El fiscal de Delitos Ambientales, Sebastián Capizzi, está en plena investigación por la contaminación que afectó a la producción agrícola de 500 hectáreas
Sin embargo, hay una actuación en curso para establecer si las irregularidades en las condiciones del agua fueron previas al vertido que hizo AYSAM o de la actividad industrial que usualmente tiene su incidencia en el Canal Pescara.
La situación y el reclamo de los vecinos de la colectora que está en reparación tiene sus orígenes en diciembre del 2024 y se profundizó el problema en enero con las altas temperaturas. Este fin de semana, volvieron a emerger las aguas negras de las cañerías de Maipú y Luján, Ciudad y Godoy Cruz. Y otra vez, los habitantes se mostraron alertas ante un posible foco de contaminación con las heces.
En el verano el agua de las cloacas afectó a parte de las casas que lindan con el colector. Los residentes vienen denunciando en los medios de comunicación el martirio que es vivir en medio de las bombas que extraen agua con olor a podrido, mayor presencia de mosquitos y tener que está permanentemente limpiando el piso y el calzado.
La Subsecretaria de Infraestructura y Desarrollo Territorial, Marité Baduí, se refirió este miércoles a la situación de la contaminación del Canal Pescara con efluentes que se volcaron para descomprimir el colapso cloacal en Guaymallén.
"El procedimiento cuando suceden estas situaciones está previsto con el Departamento General de Irrigación, desde siempre y es un mecanismo de urgencia que se hace y establece las remediaciones ambientales necesarias. Está dentro del margen previsto que otorgó el Departamento General de Irrigación, haciendo todos los datos útiles que desencadenó esta situación", afirmó Baduí.
Y continuó: "Se vertió un poco más de lo previsto y hay un mecanismo que está previsto para la remediación ambiental. Si la contaminación era anterior lo tiene que decir Irrigación que tiene el área ambiental específica".
Según explicaron desde el Gobierno, se trata de "un colector antiguo que no resistió el crecimiento poblacional", originando así el desborde y malestar de público conocimiento.
La industria petrolera en el norte de Mendoza atraviesa una de sus peores crisis en años. A la fuerte caída de actividad, el ajuste de tarifas y la falta de definiciones políticas claras, se suma ahora la salida de empresas del sector, que deja tras de sí centenares de despidos y familias sin ingresos.