El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, alcanzó un importante avance en la Legislatura al conseguir la aprobación de una solicitud de deuda por hasta 3.685 millones de dólares, que incluye emisión de Letras del Tesoro y la autorización para realizar cuatro endeudamientos. Sin embargo, desde la Casa Rosada, fuentes confirmaron que solo se autorizará el refinanciamiento de la deuda ya emitida, descartando la posibilidad de acceder a nuevos recursos.

Este nuevo episodio en el conflicto entre la provincia de Buenos Aires y la Casa Rosada refleja las tensiones por el control del equilibrio fiscal y las limitaciones impuestas por la Ley de Responsabilidad Fiscal.

A pesar del avance legislativo de Kicillof, el Gobierno nacional ha dejado claro que su aprobación se circunscribirá al refinanciamiento de la deuda ya existente, siempre y cuando se logren mejores condiciones en términos de tasas. Así lo explicaron a Infobae dos fuentes de alto rango en la Casa Rosada, quienes detallaron que se autorizará el rollover de la deuda, pero no la emisión de nueva deuda que incremente el pasivo provincial.

El ministro de Economía, Luis Caputo, fue claro en sus declaraciones, subrayando que la provincia de Buenos Aires incumple con la Ley de Responsabilidad Fiscal al intentar aumentar su gasto por encima de la inflación y del crecimiento económico real. Según esta ley, las provincias solo pueden solicitar endeudamiento adicional cuando sus gastos corrientes no superen la inflación. En este sentido, Caputo dejó en claro que, dado que Buenos Aires no cumple con esta regla, la deuda nueva no debería ser aprobada por el Gobierno nacional.

Caputo también aclaró que el responsable de trasladar la condición a las provincias será el secretario de Hacienda, Carlos Guberman. El funcionario subrayó la diferencia entre nueva deuda y refinanciación, asegurando que las autoridades solo revisarán las operaciones que impliquen un aumento efectivo del pasivo, y no aquellas que busquen extender vencimientos.

Desde el bloque de La Libertad Avanza (LLA), la reacción fue rápida y contundente. Sebastián Pareja, titular de LLA en Buenos Aires, destacó que el gobernador Kicillof no contaba con el apoyo del bloque para la nueva deuda. En un tono firme, Pareja aseguró que el planteo de Kicillof era una jugada política para asegurar su carrera presidencial mediante un aumento significativo de la deuda provincial. "Kicillof ha puesto toda la carne en el asador para tener una provincia endeudada por dos años", sentenció.

Pareja calificó la acción del gobernador como "tirarle un litro de nafta a una casa que estaba prendida fuego", haciendo referencia a la delicada situación económica del país y al impacto que una nueva deuda podría tener sobre la estabilidad fiscal.

En paralelo a las negociaciones sobre la deuda bonaerense, el Consejo de Mayo, el órgano consultivo de la Casa Rosada, sugirió un refuerzo en las reglas fiscales del país. En su última reunión, celebrada este mediodía, el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, propuso un proyecto de ley que refuerce la obligación de que las provincias no soliciten autorizaciones de endeudamiento si sus gastos superan sus ingresos. Este proyecto tiene como objetivo garantizar el equilibrio fiscal y se enfoca en evitar nuevos incrementos del pasivo provincial, a excepción de los casos relacionados con rollovers de deuda o situaciones excepcionales de riesgo crediticio.

Adorni, además, expresó el compromiso del gobierno nacional con el equilibrio fiscal, planteando un refuerzo institucional del Estado para evitar que las provincias sigan endeudándose sin el respaldo de una gestión eficiente.

El vínculo entre Axel Kicillof y el presidente Javier Milei no ha sido fácil, con constantes fricciones sobre la gestión económica de la provincia de Buenos Aires. En las últimas semanas, otras provincias como CABA, Santa Fe y Córdoba lograron obtener autorización para tomar deuda, pero con el respaldo del Gobierno Nacional.

En este contexto, el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, solicitó un encuentro con Diego Santilli, titular del Ministerio del Interior, aunque hasta el momento el encuentro no se ha concretado. La ironía del funcionario nacional ante la solicitud de Bianco ha alimentado aún más las tensiones entre la provincia de Buenos Aires y el oficialismo nacional.

Aunque la Casa Rosada ha autorizado el refinanciamiento, el panorama sigue siendo incierto. Desde el Gobierno de Kicillof insisten en que el endeudamiento solicitado es estrictamente para hacer frente a los vencimientos de deuda ya existentes y que no se destinará a nuevos gastos.

Sin embargo, la disputa sobre la deuda nueva y los controles fiscales necesarios sigue siendo uno de los temas más espinosos del momento, y la relación entre Kicillof y el Gobierno de Milei podría ser clave para la resolución de este conflicto a futuro.