El festejo de Año Nuevo en Mendoza llegará con un combo que obliga a mirar el cielo: calor intenso durante el día y tormentas hacia la tarde-noche, con probabilidad de granizo en algunos sectores. El patrón aparece en los pronósticos provinciales y nacionales, que describen para Cuyo un cierre de año con temperaturas elevadas y episodios de inestabilidad. 

Durante la mañana del miércoles 31, el cielo se mantendría mayormente despejado, lo que favorecerá un ascenso rápido de la temperatura. La Dirección de Contingencias Climáticas prevé una jornada "muy calurosa" y ubica la máxima en 37°C y la mínima en 22°C, mientras que otros pronósticos para el Gran Mendoza estiman valores algo más bajos, en torno a 32°C. 

El quiebre llegaría después del mediodía. Modelos y reportes locales describen un aumento de la convección y el desarrollo de tormentas con el correr de la tarde, primero en sectores del oeste (Valle de Uco/Precordillera y Gran Mendoza) y luego con chances de extensión hacia el resto de la provincia, incluida la Zona Sur. Ya cerca del horario central del brindis, el fenómeno podría alcanzar también la Zona Este, con actividad eléctrica, chaparrones intensos y la posibilidad de granizo en forma localizada. 

El Servicio Meteorológico Nacional, en tanto, advirtió que para el 31 de diciembre y el 1° de enero se esperan en Cuyo "lluvias y tormentas aisladas" y máximas elevadas, en un contexto regional marcado por calor intenso. En los últimos días, además, el organismo emitió alertas por tormentas para Mendoza en distintas jornadas, con recomendaciones preventivas ante granizo, ráfagas y precipitaciones fuertes en cortos períodos. 

Con este escenario, especialistas recomiendan seguir los avisos oficiales y, ante tormenta, evitar actividades al aire libre, asegurar objetos que puedan volarse y resguardarse en interiores, especialmente durante la franja nocturna, cuando la inestabilidad podría prolongarse hasta la madrugada del jueves 1 de enero.