En un documento publicado este lunes 29 de diciembre, el BCRA delineó sus objetivos para 2026: sostener un sesgo monetario contractivo mientras la inflación local supere la internacional, profundizar la normalización cambiaria con flotación entre bandas que se ajustarán por IPC y apuntalar la intermediación financiera. El eje, remarcan, será acumular reservas.
El Banco Central presentó este lunes sus "Objetivos y Planes 2026" y trazó una hoja de ruta orientada a consolidar la estabilidad macroeconómica. El documento, aprobado por el Directorio según establece la Carta Orgánica, marca como norte una combinación de desinflación, estabilidad financiera y crecimiento sostenido, con un objetivo central: fortalecer el balance del BCRA mediante la acumulación de reservas internacionales.
En el diagnóstico, la autoridad monetaria sostuvo que la economía dejó atrás "un régimen que se dirigía a la hiperinflación" y pasó a un esquema "más sólido" con superávit fiscal y un Banco Central "en proceso de saneamiento". Bajo esa lectura, 2026 será una nueva etapa asociada a la "re-monetización" de la economía, donde la oferta de dinero acompañará la demanda priorizando el abastecimiento a través de compras de divisas.
La hoja de ruta incluye un punto clave para el frente financiero: el BCRA señaló que será "central" recuperar el acceso a los mercados internacionales de deuda para que el Tesoro pueda refinanciar vencimientos de capital, evitando que el flujo de dólares se use para pagar deuda y permitiendo, en cambio, que se traduzca en un mayor stock de reservas.
Según el plan, la calibración de la política monetaria dependerá de la evolución de la inflación, su vínculo con la actividad y las condiciones financieras que determinan la demanda de dinero. Mientras la inflación doméstica se mantenga por encima de la internacional, el Banco Central anticipó que sostendrá un sesgo monetario contractivo. Para administrar la liquidez asociada a la compra de reservas, continuará con operaciones de mercado abierto y repos, con tasas referenciadas en los niveles del mercado secundario de LECAPs.
En materia cambiaria, el BCRA ratificó el régimen de flotación entre bandas y definió que, desde el 1 de enero de 2026, el techo y el piso evolucionarán cada mes al ritmo del último dato de inflación mensual del INDEC con rezago (t-2). Además, confirmó un programa preanunciado de compras de reservas desde esa misma fecha, con una ejecución diaria inicial alineada al 5% del volumen del mercado de cambios y la posibilidad de compras "en bloque" para evitar distorsiones.
En paralelo, el documento dejó abierta la puerta a más flexibilización del cepo remanente, condicionada a avances en el equilibrio cambiario y a un acceso fluido del Tesoro a los mercados externos. En el PDF oficial, la referencia es a restricciones sobre stocks de dividendos y deudas comerciales previas al 2023.
El Banco Central también destacó el desempeño del crédito en 2025 y proyectó para 2026 una mayor intermediación financiera, apoyada -según su visión- en niveles elevados de solvencia, capital y liquidez del sistema. En ese marco, anunció que avanzará en el diseño e implementación de un instrumento para el cobro de cuotas de préstamos a familias, utilizable por proveedores no financieros y por entidades financieras.
En pagos, la agenda apunta a consolidar innovaciones recientes, reforzar la seguridad -con foco en reducir fraude en pagos instantáneos-, profundizar la interoperabilidad (incluidas tarjetas en pesos y dólares) y promover instrumentos electrónicos como el ECHEQ, además de analizar nuevas modalidades de Pagos con Transferencia para operaciones online.
Si querés, lo adapto al estilo de tu medio (más duro/neutral, más explicativo, con recuadros "claves", o con foco político en el impacto sobre el dólar y reservas) y le sumo 2-3 citas textuales cortas del documento oficial.