El sindicato aprobó por unanimidad la propuesta del Gobierno provincial, que incluye aumentos escalonados y mejoras para los sectores más rezagados. La decisión despeja el panorama educativo para el segundo semestre.
En una jornada clave para el calendario escolar, el Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (SUTE) dio luz verde a la propuesta salarial del Gobierno de Mendoza, garantizando así el reinicio de clases tras el receso invernal. La decisión fue tomada en un plenario provincial realizado en Lavalle, donde la moción de aceptación se impuso por unanimidad.
La oferta contempla aumentos no acumulativos del 4% en julio, 3% en septiembre y otro 3% en noviembre, con una cláusula de revisión que podría activarse si la inflación supera lo previsto tras las elecciones legislativas. Además, se actualizará el salario mínimo docente según la antigüedad, con cifras que van desde los $670.800 hasta los $757.500 mensuales, más adicionales por presentismo y arraigo.
La ola polar obligó a cortar el suministro de gas natural comprimido en estaciones de servicio para priorizar el abastecimiento residencial. La medida afecta a conductores y sectores industriales, y se extenderá al menos hasta mañana.
Uno de los puntos más celebrados por el gremio fue el blanqueo de la cláusula de garantía para docentes con más de 20 años de antigüedad, que impactará directamente en jubilaciones y aguinaldos. También se incluyó una recomposición para celadores, el sector con los sueldos más bajos del sistema educativo.
Con esta aceptación, el SUTE se convierte en el primer gremio estatal en cerrar paritarias para el segundo semestre, marcando el ritmo para las negociaciones del resto de los sindicatos. Mientras tanto, el Gobierno respira aliviado: el conflicto docente, al menos por ahora, queda fuera del aula.