El actual director del Kennedy Center y figura clave en el gobierno republicano justificó el despliegue de la Guardia Nacional en California durante los recientes disturbios
Richard Grenell -ex embajador estadounidense en Alemania, actual director del Kennedy Center de Washington y enviado especial del presidente Donald Trump para Misiones Especiales de EEUU- no descarta postularse a la gobernación de California, aunque insiste en que su decisión dependerá en gran medida de los movimientos de la ex vicepresidenta Kamala Harris.
En una entrevista con el medio Politico, el funcionario abordó temas que van desde la crisis migratoria hasta su rol como figura pública gay dentro del Partido Republicano, pasando por su vínculo con Melania Trump y su visión sobre el papel de la diplomacia.
"Quiero ver si Kamala se postula. Si lo hace, hay un montón de republicanos que vamos a tener que considerarlo, no solo yo", afirmó. "Si se postula, eso me va a hacer tener que analizarlo. Por ahora, no estoy compitiendo para gobernador".
Grenell, quien reside en Los Ángeles, ha sido uno de los críticos más vehementes de la administración estatal demócrata. Ha acompañado a Trump en visitas a zonas afectadas por incendios y respaldó la decisión del presidente de desplegar tropas federales en la ciudad ante recientes disturbios. "Donald Trump salvó Los Ángeles", aseguró. "Cuando decidió enviar a las fuerzas del orden, a la Guardia Nacional y al ejército, hubo muchos demócratas en California que dijeron: 'Gracias a Dios', porque Karen Bass no está hecha para liderar".
Miembros de la Guardia Nacional de California montaron guardia en el edificio federal Edward R. Roybal durante una protesta contra las políticas del presidente Donald Trump en Los Ángeles el 14 de junio de 2025
En su visión, el sistema político californiano está capturado por una elite partidaria: "Incluso los demócratas están cansados del régimen radical que gobierna el estado. Es un sistema de partido único", denunció. También acusó a los medios de actuar como cómplices: "No se puede tener un sistema de partido único como Sacramento y periodistas que aplauden a los demócratas solo para tener acceso".
Grenell enfatizó su trabajo silencioso durante los últimos cinco años en el registro de votantes conservadores: "Registramos 200.000 nuevos conservadores en California. Ganamos distritos que no se habrían ganado de no ser por esa campaña".
La entrevista se grabó en el Kennedy Center, institución que Grenell dirige. Allí, defendió una política cultural de inclusión política: "Este lugar no es solo un centro de artes de izquierda. Todos deberían sentirse bienvenidos". La noche de la reapertura, donde asistió Trump y hubo abucheos y vítores, también llegaron drag queens en señal de protesta. Lejos de mostrarse molesto, Grenell reivindicó la pluralidad: "Queremos que personas que votaron por candidatos completamente distintos se sienten una al lado de la otra. Esa es la idea de tolerancia".
Sin embargo, acusó a la comunidad artística de intolerancia ideológica: "Durante mucho tiempo, los conservadores no se sintieron bienvenidos aquí. Lo que estamos viendo ahora es una mayor apertura". Y criticó a figuras como Lin-Manuel Miranda, a quien acusó de cancelar funciones por razones políticas: "Hamilton canceló su presentación en el Kennedy Center porque Miranda no quiere actuar para republicanos".
Richard Grenell fue embajador de EEUU en Alemania durante el primer mandato de Donald Trump
Uno de los ejes más firmes de su discurso es la inmigración. Grenell cuestionó el uso del término "inmigrante" para referirse a personas que entraron ilegalmente al país: "Amo a los inmigrantes. Este país fue fundado por inmigrantes. Pero necesitamos inmigración legal, no gente que se salte la fila".
En su visión, las llamadas ciudades santuario atentan contra el Estado de derecho: "Una ciudad santuario es un eufemismo para un refugio donde no se hacen cumplir las leyes migratorias federales. Es una afrenta a nuestra democracia".
Consultado sobre las quejas de empresarios del agro y la hotelería por la falta de trabajadores, respondió: "Tenemos que entender que hay muchos que se han saltado el proceso legal. Eso ha desbordado el sistema". Y agregó: "La idea es que el trabajador temporal venga, trabaje y regrese a casa. Para eso está el proceso legal".
Grenell también defendió la estrategia diplomática de Trump en la guerra entre Rusia y Ucrania. "Creo en la diplomacia, y no es debilidad. Es una herramienta agresiva para forzar a ambas partes hacia el medio", sostuvo. Señaló que el gobierno anterior agravó el conflicto al evitar el diálogo: "Biden lo empeoró. No hubo conversaciones de paz. Cuando Trump asumió, ya todo era guerra".
En cuanto a Irán, calificó la situación como "extremadamente peligrosa" y acusó a la administración Biden de financiar indirectamente al terrorismo: "Cuando el régimen iraní tiene dinero, hay terrorismo. Es así de simple".
Además, defendió su estilo directo en política exterior: "Twitter no es la vida real. Me gustan las conversaciones profundas. Pero también creo que la diplomacia debe ser firme. No necesitamos más diplomáticos con mocasines Gucci y cultura de restaurante".
Trump junto a Grenell y el representante estadounidense Jay Olbernolte durante una rueda de prensa sobre los daños causados por los incendios forestales en California el 24 de enero de 2025
Por otra parte, durante la velada de Les Misérables en el Kennedy Center el pasado 11 de junio, Grenell se sentó junto a Melania Trump, a quien describió como "una de sus personas favoritas". "Es fuerte, divertida, ingeniosa. Tiene una sonrisa que puede desarmarte", dijo. "No es política, pero tiene una enorme influencia sobre el presidente. Es la única que puede atravesarlo todo con él".
Abiertamente gay, Grenell también fue contundente al hablar del movimiento LGBTI actual: "Fuimos a Washington en 1993 a decir 'somos normales'. Ahora el movimiento está dominado por una minoría sexualizada y radicalizada". Calificó de "vergonzosos" algunos desfiles del orgullo y llamó a un cambio interno: "Tenemos que empezar a criticarnos a nosotros mismos. No se puede exponer a los niños a entretenimiento adulto".
Aseguró que la mayoría de los homosexuales en EEUU no se identifican con las posiciones más extremas: "Lo que el gay normal quiere es trabajar, amar a quien quiera y participar en la vida del país".
Frente a los esfuerzos de sectores conservadores que buscan revocar el matrimonio igualitario, se mostró firme: "Ese no es un tema hoy. Si algunos quieren discutirlo, que lo hagan. Pero creo que el partido ya ha pasado esa etapa".