Mundo Vaticano

Papa Francisco: "Estoy experimentando un tiempo de curación en el alma y en el cuerpo"

En proceso de convalecencia, el Pontífice por séptimo domingo consecutivo envió un texto escrito para la oración del Angelus, en el que destacó que "la fragilidad y la enfermedad son experiencias que nos unen a todos" y volvió a hacer llamamientos a la paz en las áreas más convulsionadas del mundo

Domingo, 30 de Marzo de 2025
(120787)

Una semana después de abandonar el Policlínico Agostino Gemelli de Roma, donde estuvo hospitalizado durante 38 días debido a una neumonía bilateral, el Papa Francisco ha enviado un mensaje de agradecimiento a todos aquellos que ayudan a los demás, especialmente en su oración del Ángelus de este domingo. Como ya es habitual en las últimas semanas, el Pontífice no apareció públicamente para la tradicional oración mariana del domingo, sino que compartió un texto escrito.

Aislado en su residencia de Santa Marta, Francisco sigue su proceso de recuperación, tras recibir el alta hospitalaria hace una semana. Aunque el Papa de 88 años continúa con su tratamiento médico y fisioterapéutico, incluyendo terapia respiratoria y motora, ha experimentado mejoras notables tanto en su salud física como en su capacidad para hablar, según informó Matteo Bruni, director de la Sala de Prensa del Vaticano.

Durante su hospitalización, Francisco fue sometido a oxigenación de altos flujos y estuvo en riesgo de muerte en dos ocasiones. A pesar de este delicado estado de salud, los médicos informaron que su recuperación avanza de forma positiva. Actualmente, el Papa solo requiere oxígeno durante la noche, mientras que durante el día utiliza cánulas nasales. Además, continúa con su trabajo, preparando los textos de sus mensajes como el del Angelus de este domingo.

En su mensaje, el Papa comentó sobre el Evangelio del día, que relata la parábola del hijo pródigo, destacando el amor y la misericordia de Dios. "Así, Jesús revela el corazón de Dios: siempre misericordioso con todos; cura nuestras heridas para que nos podamos amar como hermanos", expresó Francisco.

En referencia a su propio proceso de recuperación, el Pontífice dijo: "Vivamos esta Cuaresma, sobre todo en el Jubileo, como un tiempo de curación. Yo también lo estoy experimentando así, en el alma y en el cuerpo". Además, agradeció profundamente a todas las personas que, a imagen de Cristo, son instrumentos de curación para los demás, ya sea con su palabra, ciencia, afecto o oración.

El Papa también lanzó sus tradicionales llamamientos por la paz en diversas zonas del mundo, haciendo especial énfasis en Ucrania, Palestina, Israel, Líbano, la República Democrática del Congo, Myanmar y Sudán del Sur. En este último país, el Papa renovó su urgente llamado a los líderes para que trabajen juntos en un diálogo que lleve a la paz y a la estabilidad.

En cuanto a los acontecimientos positivos, Francisco destacó la ratificación del acuerdo fronterizo entre Tayikistán y Kirguistán, lo que consideró un "excelente resultado diplomático", alentando a ambos países a seguir avanzando en este camino hacia la reconciliación.
Finalmente, el Papa confió a la Virgen María la tarea de interceder por la paz, y concluyó su mensaje pidiendo que la Madre de Misericordia ayude a la humanidad a encontrar la reconciliación.