Mundo Científicos

El milenario descubrimiento que aldeanos hicieron en un cráter de Siberia

"No ocurre todos los años, se trata de casualidad y suerte", destacaron cientí­ficos que investigaron el descubrimiento.

Lunes, 23 de Diciembre de 2024
(75317)

Investigadores y especialistas rusos revelaron hoy un asombroso descubrimiento desde el Museo del Mamut, en la región de Yakutia. Se trata de una crí­a de mamut de 50.000 años de antigí¼edad, hallada en un estado de conservación excepcional. Este valioso hallazgo, bautizado como Yana, representa un avance significativo en el estudio de estos gigantes prehistóricos.

"Se trata de uno de los ejemplares mejor conservados que hayan sido hallados hasta el dí­a de hoy a nivel mundial", afirmó el jefe de investigaciones del Museo del Mamut de la Universidad Federal de Yakutia, Maxim Cheprásov, durante la presentación del hallazgo, transmitido en la red social rusa VKontakte. El cientí­fico indicó que "en total han sido hallados seis mamuts en buen estado de conservación, cinco en Rusiay uno en Canadá".

"El anterior mamut hallado en Rusia fue el bebé Yuka, en 2010", recordó, al puntualizar que "este año, en junio, en Batagáika fue hallada otra crí­a de mamut en un estado único de conservación".

Batagáika es el mayor cráter de permafrost existente a nivel mundial cuyo tamaño crece cada dí­a producto del calentamiento global. En la actualidad, posee un tamaño de más de 1 kilómetro de largo y 100 metros de profundidad. 

Yana, el mamut descubierto, tiene apenas 1,2 metros de altura y pesa unos 180 kilogramos. "Todaví­a no ha sido determinada la edad exacta del animal, pero suponemos que serí­a aproximadamente de un año o ligeramente mayor", indicó Cheprásov. 

Según el experto, "las crí­as de mamut crecí­an más rápido que las crí­as de los caballos, bisontes y lobos actuales, ya que las condiciones climáticas eran más severas y necesitaban crecer más rápidamente antes de los frí­os inviernos".

Yana no fue encontrada por cientí­ficos, sino por pobladores que, según Cheprásov, "estuvieron en el momento y en el lugar preciso para ver cómo la mitad del cuerpo emergí­a de la pared del cráter, a una profundidad de 40 metros".

Los restos de Yana fueron descubiertos en dos partes, dado que una mitad cayó al fondo del cráter, mientras que la otra mitad quedó en el permafrost y fue recuperada. Para Anatoli Nikoláev, rector de la Universidad Federal de Yakutia, este descubrimiento "no ocurre todos los años, se trata de casualidad y suerte".

"Es un suceso único no solo para nuestra universidad sino para la ciencia rusa y mundial", concluyó