Aunque este fin de semana el circo de la Fórmula 1 se haya instalado en Japón, Franco Colapinto no descansa. Lejos de Suzuka, el piloto argentino se mantiene en forma en la sede de Alpine en Enstone, donde pasa largas horas en el simulador y se mantiene activo dentro de la estructura del equipo francés. Todo apunta a que su reaparición será en el Gran Premio de Arabia Saudita, el 20 de abril.

La escuderí­a eligió al japonés Ryo Hirakawa como reserva para la fecha en su paí­s, pero ya le adelantó a Colapinto que volverá al paddock en Yeda, donde formará parte oficial del team y quedará disponible por si surge una emergencia con los titulares, Pierre Gasly o Jack Doohan. El australiano, justamente, atraviesa un presente complicado que podrí­a derivar en una oportunidad inesperada para el pibe de Pilar.

Doohan viene acumulando errores y sanciones. El último, un golpe durí­simo este viernes en Japón que destrozó su monoplaza y volvió a dejarlo en el ojo de la tormenta. Si llega a los 12 puntos de castigo en su Superlicencia, deberá cumplir una fecha de suspensión. Y ahí­ aparece el nombre de Colapinto como posible reemplazo.

El argentino ya tuvo roce con la F1: disputó nueve Grandes Premios en 2024 como piloto de pruebas de Williams. Su llegada a Alpine se dio por una gestión directa de Flavio Briatore, aunque su agencia, Bullet Sport Management, sigue manejando los tiempos y decisiones clave. Marí­a Catarineu y Jamie Campbell-Walter supervisan cada paso. Su participación en Miami está confirmada y también se prepara para estar en Imola, un circuito especial para él ya que allí­ logró su única victoria en la Fórmula 2.

Por ahora, los rumores que lo vinculaban a Racing Bulls quedaron en eso: rumores. Desde su entorno niegan contactos formales y aseguran que cualquier posible cesión dependerá de un acuerdo entre Alpine, Williams, Briatore y su agencia. Pero hoy el foco está puesto en seguir ganando terreno dentro del equipo francés y estar listo para cuando lo llamen.

Todo dependerá de los próximos pasos de Doohan. Si sigue sumando errores, Franco puede tener otra chance. Y él, como siempre, está listo.

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