Un detectorista halló una enigmática pieza medieval en perfecto estado. Expertos confirmaron data del siglo XI.
Un equipo de investigadores aficionados encontró una vaina de espada medieval en un bosque cercano a la ciudad de Ilawa, en Polonia. El descubrimiento lo realizó Michal Mlotek, miembro del Grupo de Búsqueda de Ilawa, quien informó el descubrimiento a la Oficina Provincial de Protección de Monumentos en Elblag.
"Es un objeto único y extremadamente raro. Lo más sorprendente es que se conserva intacto y con una decoración excepcional"?, declaró Mlotek.
Según un comunicado de la Agencia de Prensa Polaca (PAP), la pieza corresponde a un refuerzo inferior de una vaina de espada que probablemente perteneció a un guerrero de las tribus bálticas de Prusia. Los expertos estiman que data de hace aproximadamente mil años, época en que la región formaba parte de la antigua Prusia.
La antigua Prusia apareció por primera vez en registros escritos en el siglo IX d.C., aunque su mención se hizo más frecuente a partir del siglo XI. A diferencia de otros reinos y tribus vecinas, los prusianos no estaban unificados bajo un solo líder o sistema legal. En su lugar, conformaban una confederación de alrededor de diez clanes, cada uno identificado por su ubicación geográfica.
Mlotek, historiador y especialista en patrimonio local, explicó que este refuerzo no solo cumplía una función práctica para fortalecer la vaina, sino que también representaba un símbolo de poder y alto estatus social.
Otro aspecto que aumenta su relevancia es la presencia de elementos decorativos de estilo germánico, lo que sugiere que perteneció a un arma de élite. Estos detalles reflejarían el papel tribal, la posición social o las afiliaciones del dueño dentro de su comunidad.
Mlotek manifestó su intención de gestionar que la pieza ingrese a las colecciones del Museo de Ostróda. "Sería la quinta vaina de la Alta Edad Media en nuestro acervo", afirmó Lukasz Szczepanski, arqueólogo de dicha institución.
El descubrimiento aporta nuevos datos sobre las culturas bálticas medievales y refuerza el valor del trabajo de los detectores de metales en la preservación del patrimonio histórico.
La llegada del otoño trae consigo temperaturas más frescas y paisajes llenos de colores vibrantes, lo que lo convierte en una estación ideal para disfrutar de diversas actividades.