Su militancia pacifista por un pais secular está bajo asedio debido al auge del nacionalismo hindú. Incluso surgió un cierto culto hacia el asesino del “padre de la nación”
Mohandas Karamchand Gandhi recibió tres disparos a bocajarro cuando se disponía a encabezar unas oraciones multiconfesionales en el corazón de Nueva Delhi, apenas nueve meses después de que la India lograse la independencia del Imperio Británico tras décadas de protestas encabezadas por el “mahatma” (gran alma).
”Dije ‘namaste’ a Gandhi, y entonces apunté a su pecho y disparé”, recordaría durante el interrogatorio Godse, un extremista que predicaba la idea de hacer de la India un país hindú y que veía en las minorías a los mayores enemigos de la nación.
El adalid de la no violencia siempre afirmó estar dispuesto a dar su vida para detener la espiral de violencia que desencadenó la partición del subcontinente en 1947 en la India y Pakistán, dejando alrededor de un millón de muertos.
”Lo primero, y hablando en el contexto actual de la India, nos enseñó lo que significa ser libres del miedo”, explicó.
La no violencia que Gandhi convirtió en el pilar de sus campañas de desobediencia civil y resistencia pasiva contra los británicos, es otro de los aspectos más relevantes a día de hoy.
Así como la mentalidad cosmopolita de un líder que supo valorar la diversidad de religiones e idiomas de la India, a pesar de que cometió el error de pensar que el discriminatorio sistema de castas desaparecería sin necesidad de destruir la religión hindú, según la profesora.
Pero aunque relevantes, Chandhoke aseguró que sus ideas brillan por su ausencia en la India de 2023.
”Gandhi ha sido, francamente, reducido a un par de gafas en los carteles de Limpia la India”, dijo, en referencia a la campaña para instalar retretes y eliminar la basura en las calles lanzada por el primer ministro, Narendra Modi.
Reducido a un mero símbolo o no, las ideas de Gandhi son más relevantes que nunca debido a la llegada al poder del BJP de Modi, un líder surgido de la organización Rashtriya Swayamsevak Sangh (RSS) conocida por su hinduismo radical.
Así opina el periodista y escritor Dhirendra K. Jha, que trazó la trayectoria de Godse pasando por su pertenencia al RSS hasta el asesinato del “mahatma” en “Ghandi’s killer” (2021, “El asesino de Gandhi”).
Jha afirmó a EFE que la llegada del BJP al poder “ha revivido la falla” en la sociedad india “que condujo al asesinato de Gandhi”.
Unas ideas que nunca desaparecieron a pesar de que los defensores del nacionalismo hindú tuvieron que adoptar un perfil bajo, por el sentimiento de rechazo que el asesinato de Gandhi despertó en la sociedad india.
El Gobierno está ocupado creando un clima de impunidad para los sectores más radicales del hinduismo, según Jha, al tiempo que impulsa leyes controvertidas como una norma para dar la nacionalidad a inmigrantes irregulares procedentes de países vecinos calificada de discriminatoria al excluir a los musulmanes.
”Por primera vez aquí en la India se ha tratado de implementar la discriminación en base a la religión”, señaló.
Todo ello mientras Godse es objeto de un creciente interés en las últimas décadas, siendo el último ejemplo una película que imagina qué habría pasado si Gandhi hubiese sobrevivido al atentado y entablase una conversación con su asesino confeso.
”El odio, que fue confinado a los márgenes tras el asesinato de Gandhi, ha empezado a ocupar la plaza pública”, lamentó Jha.