Pese a las señales sobre el nivel de atraso en el tipo de cambio, hay analistas que ven solidez en la política cambiaria del Gobierno.
En las últimas semanas, la sostenibilidad del tipo de cambio ha cobrado protagonismo en la agenda económica, a medida que surgen señales de un posible atraso cambiario. Sin embargo, algunos especialistas, en línea con la visión del Gobierno, consideran que existen condiciones favorables para sostener la estrategia actual.
Un informe de la consultora Delphos Investment señala tres factores clave que, en su análisis, alejan la posibilidad de una devaluación en 2025.
Históricamente, las devaluaciones han estado ligadas al deterioro de los términos de intercambio, es decir, a la caída del valor de las exportaciones en relación con las importaciones. Casos como la devaluación de 2014, bajo la gestión de Axel Kicillof, o la corrida cambiaria de 2018 durante el gobierno de Mauricio Macri, se produjeron en un contexto de precios internacionales deprimidos.
Actualmente, el panorama es distinto: según Delphos, en enero de 2025 la mejora en los términos de intercambio generó una ganancia de 405 millones de dólares, lo que brinda cierto respaldo al tipo de cambio.
Otro factor clave en episodios de devaluación ha sido la caída en las exportaciones, muchas veces afectadas por crisis climáticas. En este sentido, la consultora destaca que las condiciones climáticas han mejorado, lo que permitiría cerrar la campaña 2024/2025 sin contratiempos.
Además, prevé que las exportaciones de petróleo, minería y agro generen ingresos por 5.450 millones de dólares, contribuyendo a un superávit comercial estimado en 15.000 millones de dólares. No obstante, advierte que el aumento de importaciones, sumado al atraso cambiario, podría generar presiones sobre la balanza comercial.
El informe también subraya que Argentina afronta pagos tanto de capital como de intereses de su deuda, algo poco común a nivel global. No obstante, se espera que en 2025 el país no cancele la totalidad de sus obligaciones, lo que otorgaría un alivio financiero de 4.500 millones de dólares, de los cuales 2.500 millones ya se encuentran en el Banco Central.
A su vez, el Gobierno negocia un nuevo acuerdo con el FMI por 10.000 millones de dólares, lo que podría reforzar las reservas y otorgar mayor margen de maniobra en el frente cambiario.
El economista Jorge Neyro, en diálogo con Ámbito, destacó que la sostenibilidad del tipo de cambio dependerá en gran medida de la evolución de las exportaciones y del financiamiento con organismos internacionales.
Según Neyro, el desarrollo de Vaca Muerta y una cosecha favorable podrían actuar como factores de estabilidad. Asimismo, considera que un eventual desembolso del FMI podría servir como un "puente" para una mayor flexibilidad en el esquema cambiario.
"El acuerdo con el FMI puede ayudar a calmar expectativas y otorgar mayor margen de maniobra. Luego veremos cómo evoluciona la política cambiaria", concluyó.
En el contexto del debate sobre la presión impositiva, y a pesar de la reducción de algunos tributos en Mendoza, las tasas y montos recientemente aplicados superan los intereses vigentes en el mercado.