Sociedad Nueva sección

El "Trámite del arbolito": más de 40 años después sigue vigente, ahora las víctimas son los "viejos" del Pami  

Una médica designada por la obra social de los jubilados

Jueves, 26 de Mayo de 2022

Probablemente ya nadie se acuerde del "Trámite del arbolito", una serie de enredos, que mediante un sketch de televisión, reflejaba una interminable lista de desencuentros burocráticos para autorizar un pedido simple y sencillo, que funcionarios del gobierno por negligencia o decisiones estúpidas nunca resolvían. 

Entre las décadas del 70 y el 80 era uno de los segmentos más aplaudidos en el programa La Tuerca, una tira cómica que mostraba los padecimientos de un vecino que nunca terminaba de plantar un árbol en la vereda por causa de la burocracia.

El paso de comedia se trataba de un hombre que lo único que quería era plantar un árbol en la puerta de su casa, empresa que sistemáticamente se veía entorpecida por un funcionario corrupto (Tino Pascali), y un gestor (Julio López). Una crítica a la burocracia estatal ideada y escrita por Juan Carlos Mesa.

Con el paso de los años el "vía crucis" se repite cientos de veces todos los días en los diferentes estamentos del estado, en dependencias municipales, provinciales y nacionales.

En Mnews, traemos estas desavenencias a colación y le damos vida a una nueva sección, que sabemos, no es simpática, pero sí necesaria para dar luz a aquellos maltratos a los que nos sometemos usuarios, clientes y contribuyentes.

Si Usted ha sido víctima de algún atropello de este tipo, lo invitamos a que lo comparta con nosotros a través de nuestra dirección de email: prensa@mnews.com.ar



El caso
Para muestra basta un botón. Uno de los sitios más complejos para resolver situaciones triviales y sencillas es la obra social de los jubilados: el Pami, visitada por jubilados que a diario deben rogar y padecer interminables amansadoras y desplantes de los funcionarios.

En este humilde segmento vamos a contar lo sufrido por un afiliado, Oscar C. a quien una funcionaria médica de esa gigantesca obra social coronó su patética discusión con un contundente y soberbio "si no le gusta, vaya a otro médico". Hay una salvedad para hacer en esa agresiva sentencia de la profesional: los afiliados no pueden elegir a los doctores que los van a atender. El Pami digita a qué médico debe asistir cada jubilado.

La doctora Alba Cano, que atiende en su consultorio de calle Paraguay al 2.700, recibe diariamente a más de una decena de pacientes, entre ellos a Oscar C. con turno para el martes pasado, el 24 de mayo.

Puntualmente llegó al consultorio y se sentó en una de las sillas de la sala de espera, en donde otra media docena de septuagenarios aguardaba con paciente calma. Transcurrió más de media hora y los únicos que ingresaban al despacho de Cano fueron tres visitadores médicos, que mediante alegres e interminables charlas coronaban sus visitas con el regalo de muestras gratis.

Unos 40 minutos después le tocó el turno a Oscar C. que le reclamó a la profesional la desidia y destrato con que atendían a los afiliados de la clase pasiva que llevaban más de una hora en la sala de espera. Altanera y agresiva Alba Cano prácticamente lo echó de su consultorio coronando su mal trato con un contundente "si no le gusta, vaya a otro médico".

Esa situación padecida por el afiliado se repite todos los días y en muchos consultorios, en la obra social que debería dar atención en lo que seguramente son los últimos años de vida de las personas que pasaron varias décadas aportando un porcentaje de sus salarios.

Particularmente a Oscar C., el sistema de la obra social, le asignó hace cinco años a la doctora Cano, cuyo contacto lo mantenía mediante WhatsApp, para las consultas y en contrapartida, la profesional emitía las recetas de los medicamentos por la misma vía. En esta, la primera consulta presencial después de años, la encargada de las prescripciones de medicamentos no era la profesional, sino su secretaria. Ese fue otro de los reclamos del jubilado a la profesional y lógicamente eso enardeció aún más a la doctora, que amablemente lo invitó a buscar otro médico

Luego de esa amarga experiencia, el afiliado buscó la manera de cambiar de profesional, tarea imposible, pues la burocracia de la obra social, tendió otra entramada red virtual, complejo laberinto que lo condujo a otro callejón sin salida para hablar en persona con alguien que lo escuche y que le dé una respuesta.

Han pasado más de 40 años, y las víctimas del "trámite del arbolito" se siguen multiplicando. Seguramente ni Tino Pascali ni Julio López, ni tampoco Juan Carlos Mesa, todos fallecidos hace años, iban a imaginar que los pobres viejos terminarían en medio de interminables trámites burocráticos para resolver sus problemas de salud.