El 2025 empezó con escasas precipitaciones y los pronósticos de mediano plazo no prevén precipitaciones de consideración para la primera quincena de enero
El balance climático de 2024 dejó datos alentadores respecto al año anterior en la zona agrícola núcleo, pero también preocupaciones en el inicio de 2025. La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) detalló que el año pasado dejó un acumulado de entre 700 y 1200 milímetros, lo que representó un 26% más de lluvias en comparación con los 700 a 900 milímetros registrados en 2023. Sin embargo, diciembre cerró con precipitaciones por debajo de la media, y las reservas de agua en el suelo presentan niveles críticos en el 50% de la región, siendo el nordeste bonaerense la zona más afectada.
"En el 2024 la región acumuló un promedio anual de 960 mm y las lluvias se acercaron al típico gradiente de 800 a 1200 milímetros de este a oeste. La mayoría de las estaciones meteorológicas de la Red GEA registraron valores superiores al año previo, dejando en promedio 26% más de agua que en el 2023?, destacó la entidad.
Las mayores diferencias se evidencian en Hernando, con un 90% más de lluvias que en el 2023, Montes de Oca con un 70% más y Pozo del Molle con 60% más. Solo dos estaciones quedaron con valores por debajo del año anterior: Irigoyen y General Villegas, con 2 y 11% menos de agua, respectivamente.
La entidad destacó que el fenómeno climático "Niño" jugó un rol clave en este escenario, ya que "las lluvias del otoño sumadas a la recomposición de lluvias durante la primavera de este año, fueron los factores que aportaron más agua al 2024".
A pesar de los buenos números generales, diciembre marcó un quiebre negativo. Según el informe, "el sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires terminaron con unos escasos 35 mm, muy lejos de los 110 considerados valor medio histórico para la zona". Este déficit de lluvias dejó consecuencias visibles en las reservas de agua del suelo. "Actualmente van de escasas a sequía en la mitad de la región núcleo, y si se suma el área con contenido de agua regular, el guarismo asciende al 80%, siendo el nordeste bonaerense el sector más seco", apuntó.
El norte bonaerense enfrenta un inicio de 2025 complicado debido a la falta de lluvias. Asesores de localidades como Baradero, Rojas y Colón coincidieron en que el panorama es preocupante, especialmente para el maíz temprano. Este cultivo fue la opción predominante este año por el riesgo de la chicharrita. "Los maíces sembrados son casi todos de fechas tempranas de octubre y septiembre; no hay maíces de primera tardíos y apenas un 10% de maíces de segunda", indicaron los especialistas.
Si bien los primeros estadios del ciclo contaron con buena provisión hídrica, la falta de lluvias en diciembre afectó los cultivos. "Están en su periodo crítico y lo transitarán casi sin lluvias," alertaron. Aunque aún no se reportan daños irreversibles, los rindes ya están comprometidos: "El impacto final dependerá de las lluvias; podría variar entre un 10% y un 30%, según el lote".
Por su parte, la soja también enfrenta dificultades. La entidad alertó que los asesores manifestaron que la oleaginosa "tuvo un arranque raro". Según detallaron, tiene un aspecto "avejentado y entrenudos cortos" debido a las bajas temperaturas de noviembre y diciembre o al carry-over de herbicidas. Si bien no está en periodo crítico, necesita lluvias urgentes. Además, entre un 10% y un 15% de los lotes siguen sin sembrarse por falta de agua, y otro 10% fue implantado a la espera de lluvias de fin de año que nunca llegaron. La mala noticia es que los pronósticos de mediano plazo no prevén precipitaciones de consideración para la primera quincena del año. La BCR apuntó: "Entre el domingo 5 y madrugada del lunes 6, aumenta la probabilidad de chaparrones y tormentas aisladas e intermitentes, principalmente en el sudoeste de la zona GEA".