Todo se sabe en el café, hasta los datos más intrascendentes pueden tomar relevancia. Solamente tiene que estar atento para que nada lo tome desprevenido, querido lector.
Sucede muy pocas veces en el año, se trata de un fenómeno absolutamente extraordinario y esta vez ocurrió. En esta primera cita del 2025, la mesa estaba coja. Le faltaba una pata.
Durante la tarde de caluroso primer jueves de enero, los cuatro de siempre eran tres. Estaba Gastón, a quién sus amigos le dicen Magistrado porque es secretario de un juzgado, pero ´su juez´ no va nunca y él hace todo el trabajo; también estaba el grandote, que dice ser asesor legislativo pero todos saben que es lobista, y estaba el flaco, el político profesional del grupo que admite, aunque ha cambiado varias veces de partido, que sus genes llevan los dedos en 'v'. No estaba el innombrable, sobre quién poco se sabe respecto de ocupación o profesión, pero todos saben que anda en la rosca fuerte y se nota.
"Dijo que se iba a Pinamar pero yo lo vi en unas fotos en Punta del Este", aseguró Gastón. "Seguramente -intervino el grandote- fue a darse una vueltita, previo a instalarse en el epicentro de la gran rosca del verano". "¡Creo que Punta del Este será el epicentro este año!", exclamó el flaco y agregó: "También vi las fotos y había muchos 'pesos pesados' en la estancia del chupete. Con la excusa de presentar un nuevo aceite de oliva, juntó varios de los que marcan agenda. Toda la farándula también partió para las costas uruguayas e incluso, además del chupete, hay varios mendocinos que ya instalaron su base de 'operaciones veraniegas' en Punta del Este".
"¿Se trata de los dos más influyentes?", preguntó Gastón. "No, yo te hablo de influyentes en serio, de políticos y empresarios fuertes de rubros diversos, hasta cocineros mendocinos se fueron a instalar allá. A los que vos te referís, son influyentes solo para la revista que hizo la encuesta. ¿Quién puede sentirse 'influido' por el luisito y la Anabel?", respondió, con otra pregunta el flaco. "De todas maneras, el ranking provocó calentura en calle Peltier, todos esperaban que estuviera el ´gran jefe´ en la lista de las cien personalidades más influyentes del país", apuntó el grandote.
"Se preocupan por pequeñeces -dijo el flaco- la verdadera preocupación está en el mundo empresarial. En el de las franquicias, puntualmente. Tenemos un tremendo lío con los contratos". Los amigos entendieron a que se refería porque saben que el flaco es abogado y asesora a varias empresas, aunque desde hace poco tiempo. En realidad, está con algunas de las 'fuertes' gracias a sus contactos de la política, sus amigos también saben que hizo la carrera de grande y en una universidad on line. Lo que no sabían es ese lío de los contratos, que su amigo pasó a explicar ante sus atentas miradas.
"La cosa es así -comenzó a desarrollar el flaco- varias de las empresas locales que crecieron mucho y rápidamente en el universo de las franquicias están muy preocupadas y pretenden renegociar contratos con sus franquiciados. En algunos casos están aprovechando los vencimientos para incorporar nuevas cláusulas y en otros, buscan modificar contratos vigentes. En ambos escenarios, están encontrando resistencia de parte de los franquiciados, que no están muy de acuerdo con las nuevas pautas. Los fallos judiciales, que se conocieron en los últimos meses, en contra de la cadena de hamburguesas con nombre de condimento, encendieron las luces de alarma. Sobre todo, respecto de los plazos de amortización de inversiones, que varios entregaron por escrito buscando seducir a esos nuevos inversores para la explotación de su marca, y, lo más preocupante, la responsabilidad solidaria de la marca ante demandas civiles y laborales en contra de los franquiciados. Si no está bien claro en el contrato, quedan todos pegados. El problema, es que los franquiciantes quieren controlar todo para no hacerse cargo de nada y los franquiciados reclaman que no tienen por qué meterse en su negocio. Lo único seguro es que, durante el año, varias cadenas verán reducida su cantidad de locales en franquicia y aparecerán varios emprendimientos nuevos".
"¿Tan nuevos como el noticiero de Gendarmería?", preguntó Hernán, el mozo, que estaba parado junto a la mesa tomándose el cortado del innombrable. Lo había pedido al barista cuando vio llegar a los muchachos sin saber que uno estaría ausente. Y ya que lo tiene que pagar, se lo tomó mientras seguía atento la charla, como siempre. "¿Cómo es eso?", preguntó el flaco.
"Gendarmería tiene un canal de WhatsApp -explicó Hernán- donde suben un mini noticiero con todo lo que hacen en el día, con dos locutores y buena edición de video. Me lo empezó a mandar por chat un amigo que trabaja en el edificio de calle Pedro Vargas, hace una semana, y hoy me pasó el enlace para sumarme al canal. Está bueno, pintan una región en un mapa del país y muestran imágenes de operativos y el locutor o la locutora cuenta los detalles. Duran menos de dos minutos y resumen cuatro o cinco operativos".
Los tres amigos se quedaron mirando fijamente a Hernán, durante unos segundos, y luego cruzaron miradas entre sí, pero en total silencio. El mozo los miraba sonriendo hasta que rompió el silencio: "Ahhhh. los dejé calladitos. Vieron que yo también tengo data posta. Cuando quiera se toma vacaciones otro y yo lo reemplazo".
Las carcajadas de los cuatro retumbaron en todo el salón y dieron inicio a la típica conversación de temas sin demasiada importancia que, habitualmente, marcan el final de este relato.