En medio de una creciente tensión política y denuncias de censura a los medios, Patricia Bullrich encendió las alarmas institucionales al afirmar que un audio recientemente filtrado fue grabado dentro de la Presidencia de la Cámara de Diputados. La ministra de Seguridad calificó el hecho como "espionaje ilegal" y lo vinculó a una operación planificada con fines electorales.

"El espionaje ilegal, guardado cautelosamente hasta la cercanía electoral, nos muestra una operación con fines claros de volver al poder dominante de la Argentina que estamos dejando atrás", expresó Bullrich en su cuenta de X (antes Twitter), en un mensaje que rápidamente se viralizó.

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La medida busca mantener la cotización de la divisa estable hasta las elecciones para evitar un salto en los precios. Operadores afirman que las ventas ya empezaron.

La denuncia se produce tras declaraciones del presidente de la Cámara, Martín Menem, y del propio Javier Milei, quienes también se refirieron al escándalo. Según el Gobierno, la gravedad del caso radica en que la grabación se habría realizado en el ámbito de otro poder del Estado, lo que representa un hecho inédito y de alto impacto institucional.

Bullrich anticipó que el caso será ampliado en la Justicia bajo la consigna: "Porque si las hacés, las pagás". La frase, cargada de tono electoral, refuerza la narrativa oficial de que la República está siendo amenazada por prácticas para-institucionales.

El episodio se suma a una serie de controversias que sacuden el escenario político en la recta final hacia las elecciones. En este contexto, la denuncia por espionaje no solo pone en jaque la transparencia institucional, sino que también reconfigura el tablero de cara a los próximos comicios.

Fuente: La Nación