En busca de la verdad
En busca de la verdad
El discurso de barricada del líder de La Cámpora fue tomado en la Gobernación bonaerense como un amenaza.
El escenario político dentro del peronismo sigue convulsionado tras el polémico discurso de Máximo Kirchner en el plenario de La Cámpora, realizado en el teatro El Ateneo de La Plata. Dirigentes peronistas interpretaron el mensaje como una advertencia directa contra el gobernador Axel Kicillof y varios intendentes que se resisten a alinearse bajo la conducción de la agrupación liderada por Kirchner. "No hay nada más gorila que querer conducir y someter a los demás representando sólo a una pequeña minoría", disparó un dirigente de renombre histórico en el peronismo, apuntando contra la "ambición desmedida" de Máximo.
El malestar en el gobierno de Kicillof crece. "Estos chicos organizan un acto a 15 cuadras de la Gobernación y ni siquiera invitan a Axel. ¿Así quieren conducir? Nunca hay que subestimar el poder de la torpeza", criticó un influyente intendente del conurbano en diálogo con Clarín. Este referente, de trayectoria intachable en el movimiento, recordó los inicios de La Cámpora con recursos asignados por Néstor Kirchner, sugiriendo que desde entonces no han dejado de cometer errores.
Cinco jefes comunales consultados por este diario coinciden en que la tensión entre Kicillof y Máximo podría llegar a un punto de no retorno. "Está claro que Cristina quiere que Axel se subordine a Máximo, pero eso no va a pasar", advierten.
El primer enfrentamiento tendrá lugar en octubre, cuando se cierren las listas de candidatos para la conducción del Partido Justicialista (PJ) a nivel nacional. La vicepresidenta habría descartado la candidatura del riojano Ricardo Quintela, inclinándose en cambio por la catamarqueña Lucía Corpacci. Sin embargo, dentro del peronismo advierten que la influencia de Cristina en estos procesos ya no es la que solía ser. "Cristina no puede imponer a nadie, aunque les duela", confiesa un exjefe peronista cercano a Néstor Kirchner.
La segunda batalla se librará en noviembre, cuando Kicillof necesite la aprobación del presupuesto bonaerense. Aquí, La Cámpora tiene una fuerte presencia en la legislatura provincial y podría complicar los planes del gobernador, apoyada por sectores del massismo, que juega a dos bandas entre Kicillof y Máximo.
En el camino hacia las elecciones de 2025, el PJ parece más enfocado en sus internas que en hacerle frente a Javier Milei. En las barriadas del conurbano, varios intendentes admiten estar hartos de las maniobras de Kirchner y la actitud complaciente de Kicillof, quien podría terminar acatando las órdenes de Cristina en la próxima carrera presidencial. "Sentimos que no es nuestra pelea", asegura un alcalde del sur bonaerense.
Algunos prevén que el enfrentamiento se resuelva en una PASO, mientras que otros temen que Máximo amague con una ruptura similar a la de Unidad Ciudadana. Sin embargo, la verdadera incógnita sigue siendo el papel de Cristina. Aunque muchos creen que su poder ya no es el de antes, no descartan que en 2025 vuelva a ser candidata, pese al riesgo de perder nuevamente, buscando además los fueros que la protejan de sus causas judiciales.
La advertencia dentro del kirchnerismo es clara: "Que los chicos de Máximo no la presionen demasiado. Si lo hacen, Cristina podría decidir no presentarse", sugiere un influyente dirigente que aún mantiene contacto cercano con la vicepresidenta.
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Ayer el Senado provincial aprobó el proyecto de ley para ceder el paquete accionario de la histórica metalúrgica. Ahora el Ejecutivo nacional trabaja en abrir un concurso público internacional y espera ofertas del sector privado.
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