Policiales A días del inicio del juicio

Asesinato de Fernando Báez Sosa: quién es Máximo Thomsen y por qué es el rugbier más complicado

Máximo Thomsen está detenido junto al resto de los acusados en la alcaidía 3 de Melchor Romero. El juicio por el asesinato comenzará el lunes 2 de enero.

Jueves, 29 de Diciembre de 2022

El juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa comenzará el lunes 2 de enero de 2023, en plena feria judicial de verano, y se desarrollará a lo largo de 22 jornadas con la participación de más de 130 testigos.

Máximo Thomsen es uno de los acusados más complicados. En rigor, el ex rugbier fue identificado como uno de los principales agresores de Fernando Báez Sosa en las primeras ruedas de reconocimiento.

Los testimonios que recopiló la Justicia coincidieron en que golpeaba a la víctima cuando ya estaba en el piso. "Lo agarraba del pelo y le daba patadas", contó un testigo al inicio de la causa.

En enero de 2020, un video lo mostró en el interior de la disco Le Brique, en donde se ve cómo un patovica lo echa tomado del cuello. Tras el ataque, también se lo ve comiendo una hamburguesa en un McDonald"s cercano a la escena del crimen.

Pocos meses después, en julio de ese año, un estudio scopométrico sobre las zapatillas que llevaban puestas los rugbiers imputados reveló que una de las patadas mortales que recibió la víctima en su rostro fue realizada por Thomsen.

El peritaje, considerado "clave" por los investigadores, determinó que una de las dos improntas detectadas en la cara de Fernando corresponde a una zapatilla "Cyclone" que pertenecía al rugbier.

Además, un audio de WhatsApp entre amigos en común evidenció su accionar durante aquella madrugada. "Le pegó no sé cuántas patadas en la cabeza y la última lo mató”, contaba a un joven agendado en el grupo como Juani Neme.

Tiempo atrás, Javier Thomsen, padre de Máximo, dijo que su hijo "está pagando, privado de su libertad" y contó que a él y a los otros siete detenidos por el hecho "les gritan asesinos” cada vez que salían al patio de la Alcaidía La Plata 3, en Melchor Romero, donde se encuentran alojados desde el 13 de marzo.


Al recordar cómo era la vida de su hijo antes del crimen de Villa Gesell, manifestó: “Él estaba estudiando educación física, estaba preparando una carrera bárbara en su equipo de rugby. Encima era la última semana de vacaciones porque ya tenía que empezar con todas las actividades que hacía”.

En rigor, antes del hecho, Thomsen jugaba al rugby en Arsenal Náutico y en el CASI DE San Isidro. También trabajaba en un boliche de Zárate y vivía con sus padres, Javier Thomsen y Rosalía Zárate.

Tras la muerte de Fernando Báez Sosa, su carrera deportiva quedó coartada. El club Atlético de San Isidro informó por entonces que resolvía suspender "al socio Máximo Thomsen, involucrado en los hechos acaecidos en la ciudad de Villa Gesell", al tiempo que acompañaba "el dolor de la familia" de Fernando Báez Sosa.

No fue la única consecuencia. La madre de Thomsen trabajaba por entonces en secretaria de Obras Públicas de la ciudad bonaerense de Zárate y tuvo que renunciar a su cargo debido a la difusión del caso.


Cómo fue el asesinato de Fernando Báez Sosa

En la madrugada del 18 de enero de 2020, a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell, Fernando Báez Sosa fue víctima de una brutal golpiza que le provocó un paro cardíaco que culminó con su vida. Para la Justicia, las pruebas contra los ocho rugbiers son contundentes.

Parte tiene que ver con los testigos que los reconocieron, imágenes de una gran cantidad de cámaras de seguridad del lugar y hasta sus propios teléfonos, ya que al ser detenidos se pudo comprobar que habían tenido conversaciones sobre la golpiza que protagonizaron.

Los investigadores lograron además confirmar que los rastros de ADN hallados en las prendas de los acusados cuando fueron allanados y detenidos en la vivienda que habitaban ese verano la ciudad balnearia, son compatibles con la víctima.