A esto se suma la fuerte presión impositiva y los controles intempestivos sobre todo del gobierno provincial
El sector gastronómico y hotelero de Mendoza atraviesa un momento crítico, con una marcada pérdida de puestos de trabajo y una situación económica que pone en riesgo la supervivencia de muchos establecimientos. La principal causa de esta crisis es la combinación de la pérdida de poder adquisitivo de los mendocinos y un dólar alto que incentiva los viajes al exterior en detrimento del turismo local, y la fuerte presión impositiva ejercida por el gobierno provincial y nacional.
Según fuentes del sector, un alto porcentaje del personal se encuentra en situación de "discontinuidad", sin un despido formal pero tampoco trabajando ni cobrando. Además, se ha detectado una alta rotación de personal y despidos en algunas empresas.
La situación se agrava por la caída en la rentabilidad de los negocios, que luchan por cubrir los costos operativos básicos. Muchos empresarios señalan que la presión tributaria y el aumento de las tarifas de servicios públicos dificultan aún más la situación.
La temporada baja, que se extiende desde mayo hasta septiembre, tradicionalmente un período de menor actividad, se ve este año acentuada por una profunda recesión y la falta de estrategias claras de promoción turística.
Ante este panorama, el sector busca alternativas para atraer al público local y paliar la crisis. Se están desarrollando propuestas de turismo dirigidas a los mendocinos, en establecimientos que cumplan con la normativa laboral. Además, se están llevando a cabo iniciativas para profesionalizar el sector y reducir la rotación de personal, buscando convertir el trabajo en gastronomía y hotelería en una opción atractiva para los jóvenes.
La esperanza del sector está puesta en las vacaciones de julio, con la expectativa de que el turismo interno brinde un respiro y permita sobrevivir unos meses más. Sin embargo, la competencia con destinos como Chile y Brasil plantea un desafío adicional para la recuperación del sector.
Fuentes del sector aseguran que ARCA (ex AFIP) y ATN han intensificado su postura, reduciendo el plazo de gracia para el pago a tan solo 48 horas antes de proceder al embargo de cuentas bancarias, cuando antes se otorgaban 15 días.
Esta situación no es exclusiva de Mendoza. En Buenos Aires, restaurantes recomendados por la Guía Michelin se han visto obligados a cerrar, al igual que hoteles en el norte argentino. Paralelamente, se observa un aumento de la informalidad, ya que propietarios de cabañas, hoteles y agencias de viajes enfrentan dificultades para mantener sus negocios. Alegan que los ingresos no alcanzan a cubrir los costos operativos diarios, lo que los coloca en una situación crítica.
El estudio de costos del autotransporte de cargas realizado por Economic Trends SA, para APROCAM, se incrementó con relación al costo del mes previo (base cargas generales Mendoza-Buenos Aires).