Luego de 48 horas de hallado el cuerpo de Franco Outeda, en el interior de un zanjón en Las Heras, la justicia aún no tiene la certeza de las causas de la muerte y espera el informe final de la
necropsia.

La primera hipótesis de un homicidio fue perdiendo fuerza, aunque todavía no fue totalmente descartada por quien está al frente de la investigación, la fiscal de Homicidios, Claudia Ríos.

La muerte de Franco Outeda, de 32 años, generó dudas sobre qué le pasó y cómo llegó hasta un cañaveral de Las Heras donde fue encontrado sin vida en la tarde del martes.

La fiscal de Homicidios Claudia Ríos investiga el hecho y los primeros resultados de la necropsia indicaron que sufrió una caída, pero todavía resta conocer la causa de muerte para determinar si se trató de un crimen o no.

El cuerpo de Outeda tenía algunas marcas en su cara y pecho, sobre las que el Cuerpo Médico Forense determinó que fueron producto de una caída. A simple vista no tenía ninguna otra lesión que hiciera pensar a los investigadores que se trató de un homicidio.

Los familiares insisten en que alguien pudo haber provocado su muerte, y la fiscal Ríos avanza con cautela en la investigación mientras espera el resultado final de la necropsia para conocer la hora estimada en que quedó sin vida y principalmente la causa, para determinar si fue natural, por una caída o por algún tercero que lo haya provocado.

Franco Outeda fue encontrado en un zanjón con poca agua por calle Boulogne Sur Mer, detrás de la finca González, en Las Heras, pasadas las 14.30 del martes.

Lo último que se supo de Franco Outeda fue que el sábado estaba en la casa de su suegro en el barrio Jardín del Challao, en Las Heras, donde tomaron alcohol y drogas. Repentinamente, el hombre de 32 años dijo que se iría sin dar motivos y salió a las corriendo.

Según indicaron, su suegro llamó a su hija para avisarle lo que había pasado. Juntos lo buscaron por las inmediaciones del Parque de la Niñez, en Las Heras, donde lo vieron la última vez, pero no encontraron nada. Además, llamaron a comisarías y hospitales, pero tampoco estaba allí. Alrededor de las 22.30 del sábado llamaron al 911 para alertar sobre la situación.

La búsqueda comenzó en diferentes lugares en la mañana del domingo, para determinar primero si estaba en la casa de algún allegado o conocido, o en algún sitio en donde pudiera haberse ocultado, pero los resultados fueron negativos.

Ahora lo crucial es que los forenses indiquen en su necropsia qué le causó la muerte para descartar o confirmar si se trató de un homicidio.