El hecho ocurrió durante una jornada habitual en la escuela de verano
Una tragedia que conmociona a Mendoza y pone en la mira a una de las instituciones más tradicionales de la provincia. La muerte de un niño de cinco años durante la colonia de verano del Club Maristas ha desatado una ola de indignación entre cientos de padres que confiaron en la entidad para el cuidado de sus hijos. En medio del dolor, crecen las voces que acusan al club de abandono de persona y apuntan directamente contra su presidente, Fernando Podestá.
El hecho ocurrió durante una jornada habitual en la escuela de verano. Según testimonios preliminares, el pequeño se habría descompensado en el natatorio del club y, presuntamente, no recibió la atención adecuada ni en tiempo ni en forma. Si bien la investigación judicial está en curso y se esperan peritajes clave, lo cierto es que el tiempo que se tardó en asistir al menor, así como la presunta falta de personal capacitado, son ejes de una causa que ya acumula elementos de gravedad.
En las horas posteriores al fallecimiento, padres y familiares comenzaron a autoconvocarse en las puertas del club y a través de redes sociales. Denuncian desorganización, falta de controles, ausencia de guardavidas suficientes y, lo más grave, desinterés por parte de las autoridades una vez que la tragedia salió a la luz. El enojo no se disimula: "Esto no fue un accidente, fue negligencia", expresaron varios progenitores que participaron de una marcha frente a la institución.
La figura penal de abandono de persona ya fue mencionada por abogados querellantes que representan a la familia del niño. Desde el fuero penal aseguran que se están recabando pruebas testimoniales, registros médicos y videos de seguridad que podrían ser decisivos para determinar responsabilidades.
En tanto, el nombre de Fernando Podestá, presidente del club, quedó en el centro de la escena. Padres lo acusan no solo de inacción sino también de "encubrir el desastre" que quedó al descubierto. Algunos aseguran que desde la dirigencia se intentó minimizar el hecho en las primeras horas, mientras que otros sostienen que no hubo comunicación oficial alguna por parte del club hasta que el tema tomó trascendencia pública. A la fecha, Podestá no ha brindado declaraciones ante la prensa ni se ha presentado públicamente a dar explicaciones.
Desde la Fiscalía confirmaron que el club podría ser imputado como persona jurídica en caso de comprobarse irregularidades estructurales o falta de protocolos. A su vez, no se descarta que personal docente y administrativo también enfrente imputaciones individuales.
El caso se convirtió en símbolo de una exigencia más amplia: padres exigen controles estatales sobre las colonias de verano, verificación de habilitaciones y protocolos de emergencia en todas las instituciones que ofrecen actividades para niños.
Lo que debía ser una temporada de juegos y descanso terminó en tragedia. Ahora, el sistema judicial deberá determinar si esta muerte fue un hecho fortuito o el resultado de una cadena de irresponsabilidades que costó una vida inocente. Mientras tanto, el dolor de una familia y la indignación de una comunidad reclaman una respuesta firme, transparente y urgente.