Adriana Moralez es una de las 11 imputadas en la causa que investiga el fallecimiento de los recién nacidos en el Hospital Provincial Materno Neonatal. Frente al jurado popular expresó: "Necesito saber quién mató a esos niños".
Este miércoles se llevó a cabo la tercera jornada del juicio por las muertes de cinco bebés recién nacidos en el Hospital Provincial Materno Neonatal de Córdoba. Adriana Luisa Moralez, una de las imputadas que trabajaba en el área de mortalidad materno-infantil del hospital, declaró ante el tribunal e indicó: "Esta situación me causó un shock emocional que me llevó a necesitar medicación".
Moralez formaba parte del Neonatal desde 1998. Es médica neonatóloga y trabajaba en el comité de seguridad del paciente, en tareas de investigación y de capacitación. Junto a ella declaró Claudia Elizabeth Ringhelheim, también médica, quien en ese entonces era la vicedirectora del hospital.
"A la luz de los hechos, con dos autopsias con causa no natural, me resulta inevitable que no pueda asociar para atrás que Gino, que Isabella, tal vez Francisco, Benjamín y otros niños fueron víctimas", expresó Moralez ante la Cámara en lo Criminal y Correccional de 7.ª Nominación.
"No tengo dudas de que hubo una mano asesina. Necesito saber quién mató a esos niños, si la acusada principal es o no, necesito que se sepa quién fue y si alguien va a volver a hacerlo", dijo Moralez.
La principal acusada en la causa es la enfermera Brenda Agüero, que está detenida desde agosto de 2022 en el penal de Bouwer, y anticipó que va a ejercer su defensa material y responderá preguntas de la querella en la segunda jornada del debate.
Moralez agregó que en los casos que terminaron en muertes y ataques había coincidencias: se trataba de niños nacidos a término y bien controlados. Contó, además, cómo se fueron descartando distintas hipótesis médicas a lo largo del tiempo: posibles efectos adversos de vacunación Covid, vitamina K y posibles picaduras de insectos.
Fue la médica la que también apuntó contra Agüero al precisar cómo varios médicos comentaron su sorpresa, dado que la enfermera anticipaba las descomposturas de los bebés sin que aún se hayan presentado los síntomas.
"Yo no sé si fue o no Brenda, pero no puedo dejar de pensar en esa bestia que entró al hospital e hizo semejante daño a las familias y a tantas personas a quienes destruyó el buen nombre, que amaban su trabajo, que lo hacían con mucho amor y dedicación, al cuidado de los bebés y de las mamás", sostuvo. (TN)