A pesar del frío y la lluvia, el público llenó el Hipódromo de Mendoza y celebró una apertura histórica. Cazzu, Molotov, Dj Mami y La K'onga encendieron una jornada que incluyó gastronomía, cerveza artesanal y el primer after birra de la fiesta
La Fiesta Provincial de la Cerveza 2025 arrancó con un marco monumental: más de 35.000 personas fueron parte del primer día del clásico festival mendocino. Ni la lluvia ni el frío impidieron que miles de familias, jóvenes y grupos de amigos colmaran el Hipódromo. Así, acompañaron una noche que prometía -y cumplió- música, arte y gastronomía con identidad local.
Desde temprano, el predio se volvió una gran postal llena de color, luces y sonidos que dieron inicio a una edición que ya se perfila como una de las más convocantes de los últimos años.
La "Jefa del Trap" fue la encargada de abrir la jornada con un show cargado de identidad, luces y poderío urbano. A pesar de la llovizna, la multitud explotó cuando sonaron algunos de sus clásicos más coreados como Jefa, Dolce, Con otra, Inti y Mucha data.
Así, cada canción desató un coro masivo que atravesó el Hipódromo y dejó en claro por qué Cazzu es una de las artistas más influyentes de la escena. Su presentación fue ovacionada de principio a fin.
La legendaria banda mexicana subió al escenario con la potencia habitual que la caracteriza. Sus guitarras filosas y letras incendiarias armaron uno de los momentos más intensos de la noche. El público estalló con temas emblemáticos como: Chinga tu madre, Money in the Bank, Marciano, No olvidamos, Ánimo Delincuencia y Gimme Tha Power.
De hecho, el pogo, los cánticos y las luces moviéndose al ritmo del rock mexicano convirtieron el show en un verdadero terremoto sonoro.
Pasada la medianoche, el trío cordobés volvió a demostrar por qué es uno de los fenómenos más populares del país. Con su "swing cordobés" y una lista infalible, La K"onga hizo cantar a miles con: El mismo aire, La Cabaña y Te mentiría. Otro clásico que provocó un estallido de aplausos y el cierre perfecto fue Universo Paralelo. Es que, a pesar del frío, el calor se hizo sentir cuando al son de Latidos, el público decidió acompañarlo con un gran trencito humano. Así, las miles de personas no se despidieron hasta que bajó el telón