En las playas de Punta Médanos, un tesoro oculto se revela a aquellos que exploran la Costa Atlántica Argentina: los restos del Karnak, un barco alemán construido hace 150 años. Esta historia marítima, marcada por desgracias y un encallamiento en 1878, cobra vida nuevamente, permitiendo a los visitantes sumergirse en el pasado del buque de vapor.
El Karnak, de aproximadamente 78 metros de eslora, fue construido en 1872 en Hartlepool, Inglaterra, para la compañía Kosmos de Hamburgo. Su travesía hacia el Puerto de Buenos Aires, como parte del servicio Hamburgo-Puertos del Pacífico, estuvo plagada de percances. Desde encallamientos en la Patagonia de Chile hasta colisiones con barcos en Montevideo, el destino del Karnak parecía estar sellado.
Finalmente, en enero de 1878, guiado por un mapa erróneo, encalló en la playa de Punta Médanos, Argentina. Sumergido en las aguas durante medio siglo, el Karnak emergió de manera sorprendente en la década de 1920 debido a la retirada del mar. Su estructura oxidada y corroída, que se extiende por la costa, ofrece ahora un fascinante destino turístico.
El capitán Carlsen, responsable del barco, cometió errores de navegación que llevaron al trágico encallamiento. A pesar de los intentos de rescate anteriores, el Karnak quedó atrapado en la historia marítima de Punta Médanos.
En la década de 1930, Don Hialmar Aberg Cabo, un estanciero local, abrió un agujero en el casco del Karnak para permitir el paso de carruajes por la playa, que en ese momento era la única vía de acceso a Pinamar.
Hoy en día, los restos del Karnak, aunque erosionados por las mareas y corroídos por el tiempo, ofrecen una ventana única al pasado. Turistas y curiosos pueden explorar esta pieza histórica, recordando las desventuras del Karnak y su asombroso resurgimiento en las costas argentinas.