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EE.UU. definió una Estrategia de Seguridad para América Latina por la influencia de China

En una documento público de 33 páginas, la Casa Blanca anunció el "Corolario Trump" de la denominada Doctrina Monroe para explicitar su decisión geopolítica de "restaurar la preeminencia estadounidense en el Hemisferio Occidental", ante la ofensiva constante de Xi Jinping y Vladimir Putin

Lunes, 8 de Diciembre de 2025

La Estrategia de Seguridad Nacional diseñada por Donald Trump para América Latina se basa en la exclusión rampante de China y Rusia, y en el respaldo sistemático a los países de la región que se alinean con la agenda geopolítica de Estados Unidos.

El documento oficial que establece la hoja de ruta para la Seguridad Nacional de Estados Unidos tiene 33 páginas, y a partir de la foja 16 describe el denominado "Corolario Trump de la Doctrina Monroe" para explicitar cómo actuará la administración republicana en América Latina.

A fines de 1823, el presidente James Monroe estableció la Doctrina Monroe, que partía del concepto "America para los americanos".

La doctrina geopolítico tenía como principal objetivo evitar una nueva irrupción europea en la región -recuperación de territorios o la creación de nuevas colonias - y reprimir posibles intervenciones de las potencias europeas en los asuntos del Hemisferio Occidental.

En 1904, Theodore Roosevelt amplía la Doctrina Monroe con un corolario que lleva su nombre. El Corolario Roosevelt estableció que Estados Unidos podía intervenir en la región para "estabilizar" a los países que implicaban una amenaza a los intereses de Washington.

Entre 1904 y el fin de la Guerra Fría, la Casa Blanca ejecutó el Corolario Roosevelt para defender la inversiones de las empresas locales en la región y más adelante proteger su área de influencia ante la ofensiva de la Unión Soviética, que financiaba movimientos revolucionarios para desgastar a Estados Unidos.

Xi Jinping y Vladimir Putin durante un encuentro oficial en Beijing

"Después de años de abandono, Estados Unidos reafirmará y hará cumplir la Doctrina Monroe para restaurar la preeminencia estadounidense en el Hemisferio Occidental, y para proteger nuestra patria y nuestro acceso a geografías clave en toda la región. Negaremos a los competidores no hemisféricos la capacidad de posicionar fuerzas u otras capacidades amenazantes, o de poseer o controlar activos estratégicamente vitales, en nuestro Hemisferio. Este "Corolario Trump" a la Doctrina Monroe es una restauración de sentido común y poderosa del poder y las prioridades estadounidenses, coherente con los intereses de seguridad de Estados Unidos", sostiene el documento sobre la Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos en su página 16.

La Casa Blanca no enumera "a los competidores no hemisféricos", pero sus nombres son obvios: China, Rusia, Corea del Norte e Irán.

Y en este contexto geopolítico se debe añadir a Venezuela, Cuba y Nicaragua como proxies de Xi, Vladimir Putin, Kim Jong-un y Ali Khamenei.

El documento oficial sobre la Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos se apoya en los conceptos de "Alistar y Expandir" para consolidar sus relaciones diplomáticas con los aliados regionales y controlar los recursos naturales que serán claves en el desarrollo económico y tecnológico que planifica Washington para las próximas décadas.

Bajo el concepto de "Alistar", Estados Unidos apunta a cumplir estos objetivos centrales:

. "Alistaremos a amigos ya establecidos en el Hemisferio para controlar la migración, detener los flujos de drogas y fortalecer la estabilidad y la seguridad en tierra y mar.

. Cultivando y fortaleciendo nuevos socios mientras reforzamos el atractivo de nuestra propia nación como el socio económico y de seguridad preferido del Hemisferio.

. Estas naciones nos ayudarían a detener la migración ilegal y desestabilizadora, neutralizar cárteles, acercar la manufactura y desarrollar economías privadas locales, entre otras cosas.

. Recompensaremos y alentaremos a los gobiernos, partidos políticos y movimientos de la región que estén ampliamente alineados con nuestros principios y estrategia. Pero no debemos pasar por alto a los gobiernos con perspectivas diferentes con quienes, sin embargo, compartimos intereses y desean trabajar con nosotros".

Tras definir estos conceptos generales, el documento sobre la Estrategia de Seguridad Nacional fija los objetivos vinculados a la presencia del Pentágono en América Latina.

En la página 16 del documento oficial se puede leer:

"Estados Unidos debe reconsiderar la presencia militar en el Hemisferio Occidental. Esto significa cuatro cosas evidentes:

. Un reajuste de nuestra presencia militar global para abordar amenazas urgentes en nuestro Hemisferio, especialmente las misiones identificadas en esta estrategia, y alejarnos de teatros cuya importancia relativa para la seguridad nacional estadounidense ha disminuido en las últimas décadas o años.

. Una presencia más adecuada de la Guardia Costera y la Marina para controlar las rutas marítimas, frustrar la migración ilegal y no deseada, reducir el tráfico de personas y drogas, y controlar rutas de tránsito clave en una crisis.

. Despliegues selectivos para asegurar la frontera y derrotar a los cárteles, incluyendo, cuando sea necesario, el uso de fuerza letal para reemplazar la fallida estrategia basada solo en la aplicación de la ley de las últimas décadas.

. Establecer o ampliar el acceso en ubicaciones estratégicamente importantes".

Scott Bessent, secretario del Tesoro de los Estados Unidos

Scott Bessent es una pieza clave en la estrategia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos. El secretario de Estado colaboró en la ofensiva arancelaria encabezada por Trump, que fijó tasas diferentes en la región acorde a la cercanía -o no- con la Casa Blanca.

Desde esta perspectiva, la Casa Blanca benefició a la Argentina por su sintonía perfecta con los intereses de Estados Unidos, y castigó a Brasil por sus vinculaciones con China y la situación judicial de Jair Bolsonaro.