El Sumo Pontífice comenzó de manera oficial su papado. Líderes de todo el mundo asistieron a la asunción.
En sus primeras palabras como líder de la Iglesia católica, el papa León XIV hizo un fuerte llamado a la paz, la inclusión y el cuidado de los más vulnerables. Desde el Vaticano, recordó con emoción la figura del papa Francisco y subrayó que el pontífice no debe ser un jefe por encima de los demás, sino un servidor que camina junto a sus fieles.
"Hemos vivido momentos intensos, la muerte del papa Francisco ha llenado de tristeza nuestros corazones y en esas horas difíciles nos hemos sentido como esas multitudes que el Evangelio describe como ovejas que no tienen pastor", expresó León XIV al inicio de su primer discurso oficial. "En la Pascua recibimos su bendición y tuvimos la certeza de que el Señor nunca abandona a su pueblo, lo ordena cuando está disperso y lo reúne".
Con palabras que conmovieron a los presentes en la Plaza de San Pedro, el nuevo papa subrayó la necesidad urgente de construir un mundo más justo, denunciando las heridas provocadas por el odio, la violencia y la marginación. "En nuestros tiempos vemos demasiada discordia, demasiadas heridas causadas por el odio, la violencia, los prejuicios, marcadas por el miedo a lo diferente, por un paradigma económico que explota los recursos de la tierra y margina a los más pobres", declaró.
Tras su asunción, el pontífice abogó por una Iglesia humilde, unida y abierta a todos: "Queremos ser una pequeña levadura de humildad, unión y fraternidad".
La misa, que fue presenciada por más de 150.000 personas, contó con la presencia de varios líderes mundiales. Entre ellos se destacan el presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, y la primera ministra, Giorgia Meloni.
También la presidenta de Perú, Dina Boluarte Zegarra, junto a su comitiva.También los Reyes de España, Felipe y Letizia; los reyes de Bélgica, Felipe y Matilde; y el príncipe Alberto de Mónaco, acompañado por su esposa Charlene, y el príncipe Eduardo de Edimburgo en representación de la familia real de Gran Bretaña.
Javier Milei no estuvo y decidió quedarse en Argentina para seguir de cerca las elecciones porteñas. En su lugar, asistió el canciller argentino, Gerardo Werthein, junto a la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello.