Mundo Aranceles

Lula señaló que Brasil está listo para "responder al proteccionismo" de Trump, aunque buscarán negociar

El mandatario dijo que tomarán "todas las medidas que correspondan"; el Congreso lo habilitó a reaccionar a tarifas "injustas"

Jueves, 3 de Abril de 2025
(122832)

El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, reaccionó el jueves con duras críticas a los aranceles impuestos por Estados Unidos y aseguró que la mayor economía sudamericana está lista para "responder a cualquier iniciativa de imponer mayor proteccionismo".

El miércoles, el presidente estadounidense, Donald Trump, incluyó Brasil en la lista de países a quienes impondrá aranceles recíprocos a los que pesan sobre productos norteamericanos. Al igual que la Argentina, Brasil quedará alcanzado por el arancel mínimo, de 10% sobre el valor de todas las exportaciones que llegan a Estados Unidos.

"Somos un país que no resigna su soberanía, que no saluda otra bandera que no sea la suya, verde y amarilla, y que habla de igual a igual y respeta a todos los países, pero exige reciprocidad en el trato", aseguró el presidente brasileño.

Luiz Inacio Lula da Silva, en un evento en Brasilia.Fabio Rodrigues-Pozzebom - Agencia Brazil

Lula se refirió al anuncio de Trump durante una ceremonia en el Palacio del Planalto en el que presentó un balance de su gobierno, al cumplir dos años y tres meses de mandato. Brasil está listo para "responder a cualquier iniciativa de imponer proteccionismo, que no cabe más en el mundo", explicó el mandatario.

La reacción del Ejecutivo, que mantuvo en las últimas horas diálogo de alto nivel con la administración de Trump, llegó horas después de que el Congreso brasileño aprobara la noche del miércoles un proyecto de ley que crea un marco legal para que el Ejecutivo pueda reaccionar a eventuales cobros de tarifas de otros países, siempre que sean consideradas "injustas".

"Frente a la decisión de Estados Unidos, tomaremos todas las medidas que caben para proteger nuestras empresas y nuestros trabajadores brasileños, teniendo como referencia la ley de reciprocidad económica aprobada ayer en el Congreso y las reglas de la OMC [Organización Mundial del Comercio]", siguió Lula.

Estados Unidos es el segundo mayor socio comercial de Brasil, sólo detrás de China.

Los dos principales productos vendidos por Brasil a Estados Unidos continuarán, sin embargo, regidos por excepciones. Es el caso del petróleo, que está exento de la nueva tarifa, y del acero, que al igual que el aluminio, quedó alcanzado por un arancel de 25%, según determinación de Trump el 12 de marzo.

El gobierno brasileño había lamentado la medida en una nota divulgada el miércoles, recordando que Estados Unidos sostiene saldos positivos en las balanzas comerciales, totalizando 410.000 millones de dólares si se consideran bienes y servicios comerciados en los últimos 15 años.

Pese a las declaraciones de Lula, el Palacio del Planalto continúa apostando en primer lugar por sostener una negociación con la Casa Blanca, como destacó la nota oficial, antes de recurrir a represalias.

El canciller brasileño, Mauro Vieira, conversó el miércoles por teléfono con Jamieson Greer, representante de comercio norteamericano. Abordaron el anuncio de la imposición de tarifas y acordaron que equipos técnicos de ambos países vuelvan a reunirse la semana que viene.

El objetivo inmediato de Brasil es conseguir cuotas para la exportación de acero y aluminio, que le permitan al país sudamericano escapar del arancel de 25% ya impuesto en marzo.

El arancel promedio aplicado por Brasil a Estados Unidos fue de 11,3% en 2022, según un estudio del Instituto Brasileño de Economía de la Fundación Getulio Vargas (FGV). Se trata de un nivel cinco veces más alto que el cobrado por Estados Unidos para las importaciones brasileñas, en 2,2%.

Preocupación por la inflación

El proyecto de reciprocidad aprobado por el Congreso deja la puerta abierta para que Brasil castigue a Estados Unidos en el área de la propiedad intelectual, con el eventual quiebre de patentes y la suspensión de royalties pagos a empresas norteamericanas.

Expertos en comercio exterior sostienen, sin embargo, que elevar tarifas y escalar la tensión podría encarecer todavía más los productos comprados a Estados Unidos, alimentando la inflación, un problema que preocupa al gobierno de Lula.

El presidente Donald Trump, tras anunciar nuevos aranceles en la Casa Blanca en Washington, el 2 de abril del 2025. (AP foto/Mark Schiefelbein)Mark Schiefelbein - AP

Por otro lado, buena parte de lo que Brasil compra a Estados Unidos son insumos para la producción brasileña, como piezas, equipos, por lo que impactaría directamente en la competitividad.

Lucas Ferraz, exsecretario de Comercio Exterior durante la gestión del expresidente Jair Bolsonaro (2019-2022), dijo que Brasil podría unirse a otros países para una reacción conjunta.

"Brasil busca la vía diplomática directamente con Estados Unidos o se alinea a otros países para intentar mínimamente aumentar su poder de negociación e intentar alguna presión mayor", dijo el exfuncionario, quien ponderó a México, Canadá y la Unión Europea (UE) como eventuales aliados.

Ferraz subrayó que la diferencia entre el arancel fijado por Trump para países como Brasil y la Argentina respecto a países como Vietnam (46%), China (34%), la India (26%) o la UE (20%) podría crear oportunidades.

Aunque desde el punto de vista global la noticia es "malísima" y enlentecerá el crecimiento, destacó el exfuncionario, puede abrir "oportunidades de exportación" de productos industriales hacia Estados Unidos para economías del Mercosur y de agrícolas hacia los más afectados por la guerra tarifaria, que suelen comprar ese tipo de bienes a Estados Unidos. 

Fuente: La Nación