La Sagrada Familia de Barcelona, uno de los íconos más emblemáticos de la genialidad de Antoni Gaudí, da un paso trascendental hacia su finalización, con un giro que fusiona lo clásico con lo contemporáneo.

Este martes, el Patronato de la Junta Constructora del templo anunció que ha convocado a tres renombrados artistas actuales -el mexicano Javier Marín y los españoles Miquel Barceló y Cristina Iglesias- para presentar sus propuestas y dar vida a la esperada Fachada de la Gloria, la puerta principal que orientará hacia el mar y narrará, en piedra y simbolismo, la historia de la humanidad desde el Génesis hasta el juicio final.

En el comunicado oficial, el Patronato detalló que las propuestas presentadas por los tres artistas servirán como base para elegir al creador que llevará a cabo esta obra monumental, que se considera el último gran desafío de la construcción de la Sagrada Familia.

El último gran desafío: La Fachada de la Gloria

La Sagrada Familia, cuya primera piedra se colocó en 1882, ha experimentado una aceleración vertiginosa en las últimas décadas, impulsada por su estatus como meca turística y espiritual. Con menos de diez años para su finalización, la Fachada de la Gloria se erige como la última gran pieza que falta en esta obra maestra de Gaudí. Este imponente lienzo en blanco promete ser tan impactante y trascendente como las torres que ya atraviesan el cielo de Barcelona.

Los artistas convocados

Los tres artistas seleccionados para trabajar en la Fachada de la Gloria cuentan con trayectorias destacadas y un enfoque artístico que abarca diversos ámbitos y estilos:

• Javier Marín (1962, Michoacán, México), conocido por su sensibilidad y su trabajo en proyectos religiosos, como la iglesia de San Agustín en Pietrasanta (Italia) y el Convento de San Francisco de Asís en La Habana. Su mirada trasatlántica podría aportar una visión universal y profunda a la obra.

• Miquel Barceló (1957, Mallorca, España), quien ha realizado desde un mural en la catedral de Palma hasta un tapiz para Notre Dame, tiene un arte visceral y barroco que, sin duda, establecería un diálogo con la exuberancia de la obra de Gaudí.

• Cristina Iglesias (1956, Bilbao, España), quien ha conquistado Venecia en dos ocasiones y tiene una maestría indiscutible en el arte público, con obras como las puertas del Museo del Prado y la fuente de Amberes. Su propuesta tiene el potencial de aportar una atmósfera de reflexión y asombro al espacio sagrado de la Sagrada Familia.