Cuba registrará apagones simultáneos en hasta el 57 % de su territorio este miércoles, la mayor afectación eléctrica en al menos dos años.
El sistema eléctrico cubano sufre de una crisis estructural debido a la falta de inversión, mantenimiento deficiente y problemas de abastecimiento de combustible. Gran parte de la infraestructura energética data de décadas pasadas y opera con equipos obsoletos, lo que provoca averías frecuentes.
Los apagones afectan la vida cotidiana de los cubanos, limitando el acceso a servicios básicos como refrigeración de alimentos, telecomunicaciones y suministro de agua. Además, la falta de electricidad impacta a hospitales, fábricas y comercios, generando un deterioro generalizado de la calidad de vida.
Sí. En 2024, el país registró tasas de déficit eléctrico de hasta el 53 %, y se reportaron tres apagones nacionales que dejaron a todo el territorio sin energía durante varios días. Esta crisis energética es una prolongación de los problemas que han afectado a Cuba en los últimos años.
Cuba depende en gran medida del petróleo importado, principalmente de Venezuela, para alimentar sus plantas termoeléctricas. Sin embargo, la disminución en los envíos de crudo y las dificultades económicas del país han reducido la capacidad de generación, lo que agrava los apagones.
Hasta el momento, la empresa estatal Unión Eléctrica (UNE) no ha anunciado medidas concretas para resolver el colapso energético. Aunque el gobierno ha mencionado planes de mantenimiento y generación alternativa, no se han visto mejoras significativas en el suministro eléctrico.