Días antes de dejar el poder Joe Biden sacó a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo
La dictadura castrista, por medio de una carta dirigida al papa Francisco, informó que serán liberadas "gradualmente" 553 personas; Donald Trump podría revertir la medida del demócrata
Miercoles, 15 de Enero de 2025
Días antes del cambio de gobierno en Estados Unidos, la Casa Blanca adelantó que el presidente Joe Biden sacará a Cuba de la lista de países que patrocinan el terrorismo, según informaron altos funcionarios norteamericanos. La decisión aparece atada al avance de un acuerdo entre Cuba y la Iglesia Católica para la liberación de presos políticos en la isla, agregaron las mismas fuentes.
"El presidente Biden notificará al Congreso que busca eliminar a Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo del Departamento de Estado", indicaron los funcionarios norteamericanos en una llamada con periodistas de la que participó LA NACION. "Una evaluación se ha completado, y no tenemos información que respalde la designación de Cuba como estado patrocinador del terrorismo", completaron.
Los funcionarios dijeron además que la Iglesia Católica "está avanzando significativamente" en un acuerdo con Cuba para permitir la liberación humanitaria de un número significativo de presos políticos en la isla. La secretaría de Prensa, Karine Jean-Pierre, dijo en un comunicado que habían sido informados por la Iglesia Católica de que el gobierno cubano "pronto comenzará a liberar a un número sustancial de presos políticos".
Horas después, el dictador cubano Miguel Díaz-Canel, en una carta dirigida al papa Francisco, informó que el régimen excarcelará a 553 personas condenadas por diversos delitos. "Las liberaciones se llevan a cabo sobre la base de un análisis cuidadoso a partir de las distintas modalidades que contempla la legislación y como parte de la naturaleza justa y humanitaria de los sistemas penal y penitenciario de Cuba. Estas personas recibirán sus respectivos beneficios gradualmente", expresó en la misiva.
Díaz-Canel con Maduro, durante la polémica asunción del dictador venezolano
"La Iglesia Católica y el Vaticano han desempeñado un papel constante y consistente en el diálogo con Cuba y en mantenernos informados de las posibles acciones que Cuba emprenderá. También quisiera señalar que el presidente Biden habló recientemente directamente con el papa Francisco sobre una variedad de temas, y, por lo tanto, tenemos confianza en la fuerza del diálogo que la Iglesia Católica ha tenido con Cuba sobre estos temas", apuntaron los funcionarios ante una pregunta de LA NACION acerca de cuáles eran garantías que tenía el gobierno norteamericano de que el régimen castrista concretaría la liberación de presos políticos.
Marcha atrás
La movida de Biden revierte una decisión que había tomado Donald Trump antes de dejar el poder a principios de 2021, cuando Estados Unidos volvió a incluir a Cuba en la lista de estados que patrocinan el terrorismo. Actualmente, la lista incluye solo cuatro países: Cuba, Corea del Norte, Irán y Siria. La inclusión en la lista gatilla sanciones y restricciones comerciales, financieras y políticas para los países.
Los funcionarios también anunciaron que Biden rescindirá un memorando firmado por Trump en junio de 2017 que impuso restricciones a transacciones financieras a entidades en la isla.
Es probable que Trump decida revertir la decisión de Biden la semana próxima, cuando vuelva a asumir la presidencia. Sin embargo, las fuentes confiaron en que la decisión pueda llegar a sostenerse ante el "amplio respaldo bipartidista" a la liberación de personas detenidas injustamente en Cuba, incluidos defensores de los derechos humanos detenidos en medio de las protestas a mediados de 2021.
El equipo de Biden ha estado en contacto con la administración entrante de Trump sobre esta decisión, indicaron las fuentes, sin dar más detalles de esas conversaciones.
Marco Rubio, el próximo secretario de Estado, hijo de exiliados cubanos, ha auspiciado una política de mano dura contra el régimen de la isla y las otras dos dictaduras de la región, Nicaragua y Venezuela.
Varios líderes de América latina, incluidos Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil, y Gustavo Petro, de Colombia, habían pedido explícitamente que Estados Unidos sacara a Cuba de la lista, al igual que otros países como Chile, Canadá, España, y la Unión Europea. Los funcionarios del gobierno de Biden dijeron que creían que la movida sería "bien recibida" en la región y más allá, y justificaron el timing del anuncio en el avance de las conversaciones entre la Iglesia Católica y el gobierno cubano, más allá del traspaso del poder.
Biden se reunió con el papa Francisco a mediados del año anterior, y ambos hablaron a fines del año pasado y discutieron cómo "promover la paz". Biden tenía previsto viajar a Italia la semana pasada, su último viaje al exterior como jefe de Estado de Estados Unidos, para reunirse con el Papa en el Vaticano. El sábado, la Casa Blanca anunció que Biden le otorgó al Papa la Medalla Presidencial de la Libertad, el más alto honor civil en Estados Unidos. "El primer papa del hemisferio sur, el papa Francisco es diferente a cualquiera de los anteriores. Por encima de todo, es el papa del pueblo: una luz de fe, esperanza y amor que brilla intensamente en todo el mundo", lo elogió Biden en la cita del galardón.
Biden notificará sobre la acción al Congreso, que podrá revisar la decisión de sacar a Cuba de la lista.
"Nuestra revisión, lo que encontramos, es que no hay evidencia creíble en este momento de un apoyo continuo de Cuba al terrorismo internacional, y determinamos que hay una base suficiente para que el Presidente certifique al Congreso que Cuba no ha proporcionado ningún apoyo al terrorismo internacional durante el período de seis meses anterior, que es lo que es el requisito legal para esta decisión", indicaron las fuentes.
El anuncio de la Casa Blanca muy probablemente sea una de las últimas decisiones de Biden -sino la última- en política exterior. Biden llegó a la presidencia acompañado por la expectativa de que su gobierno ofrecería una visión clara para el vínculo con América latina, pero esa expectativa se fue diluyendo con el paso del tiempo y la seguidilla de crisis globales que enfrentó la Casa Blanca.
"En comparación con hace cuatro años, Estados Unidos es más fuerte, nuestras alianzas son más fuertes, nuestros adversarios y competidores son más débiles", dijo Biden esta semana el Departamento de Estado, al defender su legado.