La escasez de alimentos en el norte de Gaza se agrava tras semanas sin la entrada de camiones con suministros, según el Programa Mundial de Alimentos.
La escasez de alimentos en el norte de Gaza se agrava tras semanas sin la entrada de camiones con suministros, según el Programa Mundial de Alimentos.
“El hambre sigue siendo rampante y la amenaza de hambruna persiste“, advirtió el organismo, subrayando que la falta de reabastecimiento podría privar a un millón de personas vulnerables de su principal fuente de sustento.
La situación es especialmente crítica en el centro de Gaza, donde dos de las principales panaderías, Al-Banna y Zadna, han estado cerradas durante varios días debido a la escasez de harina y combustible, según trabajadores y residentes.
Estas panaderías, apoyadas por el PMA, producían pan como parte de la ayuda humanitaria para miles de personas. Ahmad Abed, un trabajador de Al-Banna, describió la desesperación: “El día que trabajo, puedo alimentar a mi familia. El día que no trabajo, no comemos“. El pan, esencial para la dieta diaria en Gaza, se ha convertido en un bien escaso.
Amjad Al-Shawa, director de la Red de Organizaciones No Gubernamentales Palestinas, explicó a CNN que la falta de harina ha obligado al cierre de panaderías clave. “La mayoría de nuestra gente depende de esta ayuda. Ahora están en riesgo de hambre”, afirmó.
La ONU ya había señalado que septiembre registró el volumen más bajo de suministros comerciales y humanitarios que entraron en Gaza en lo que va del año. Con la continuación de la ofensiva militar israelí en el norte de Gaza y las evacuaciones forzadas, la crisis humanitaria sigue escalando.