Se trata de una disciplina que suma adeptos en las plazas porteñas y que se expandió como un arte popular en todo el mundo.
La actividad física se volvió en los últimos tiempos algo primordial en la vida de muchas personas y hay una que está siendo elegida por los mayores de 60 años debido a que trae beneficios para la salud como la reducción de la ansiedad, el estrés y mejoras en el equilibrio y en el sistema cardiovascular, entre otros.
Se trata del Tai Chi Chuan, el cual consiste en la realización de movimientos suaves, fluidos, sutiles, armoniosos y encadenados que componen secuencias continuas. Esa sucesión de ejercicios, según la filosofía que aborda, implica una constante movilidad en el mundo y en el universo. En la Ciudad de Buenos Aires, se brindan clases gratuitas de esta disciplina en estaciones saludables y polideportivos ubicados en diferentes parques y espacios verdes.
Uno de esos lugares es la plaza Aristóbulo del Valle ubicada en el corazón de Villa del Parque donde, si bien hay gente que la atraviesa de un lado a otro caminando a alta velocidad, hay un grupo de personas mayores de 60 años que parece estar detenido en el tiempo: todos se mueven de manera lenta, ágil, sus respiraciones van a otro ritmo y, por momentos, parecen imitar poses de animales de manera muy grácil: todas están practicando Tai Chi Chuan.
El Tai Chi Chuan es una rama básica del Kung Fu que, desde la idea espiritual o energética está vinculada cien por ciento con la respiración y, a través de los beneficios respiratorios, aparte de generarse una mejoría pulmonar va a repercutir en el sistema cardiovascular, según explica Rodrigo González, profesor de la disciplina y que, al hablar del impacto positivo que tiene sobre la salud de quienes la practican y la mejoría en su calidad de vida, añade: "Vincula también los movimientos con los órganos digestivos y con las emociones".
González da clases en diferentes espacios verdes porteños. La actividad que se brinda desde hace un año y medio de manera gratuita y, si bien está abierta a todo público, la mayoría de las personas que asisten tiene más de 60 años. "Siempre se encuentra una cuota de movimiento físico exigente, pero la idea es una cuestión terapéutica que pueda abarcar a todas las edades", señala.
Con respecto a la importancia de una actividad como el Tai Chi Chuan en un contexto social en el que prima el estrés, González remarca que en la actualidad "es para destacar la práctica de la lentitud, ya que es una meditación en movimiento que, por el uso que hace de la respiración, viene bien para bajar la vorágine del día y la actividad mental excesiva que existe".
Además, dice que lo que hace el Tai Chi es apaciguar la entrada de información a la mente, mientras que el ambiente de sociabilidad que se genera y los lazos que se construyen dentro de los diferentes grupos que se conforman impacta de manera positiva en el estado de ánimo de las personas mayores, algunas de ellas, con tendencia a pasar una gran cantidad de tiempo en soledad.
Regina Biezuner tiene 76 años y señala que desde que asiste a las clases, nota una mejoría en su bienestar. "Entreno el equilibrio haciendo Tai Chi Chuan y eso para mí es muy importante porque me he caído varias veces y esto me ayuda a enfocarme en mí misma", confiesa, mientras que dice que se sumó a las prácticas porque siempre le habían resultado muy atractivos los movimientos por su nivel de armonía y, al enterarse de que en un espacio público brindaban las clases, no lo dudó y se anotó
Una historia similar es la de Rosana Cavazzuti, quien a sus 70 años sigue disfrutando de la plaza del barrio de Villa del Parque a través de esta práctica que, a su vez, la ayuda a sentirse mejor emocionalmente. Según cuenta, los beneficios que adquiere con el Tai Chi son sobre todo la paz mental y la tranquilidad. "Yo lo hago para bajar un poco los decibeles, la ansiedad y además para mejorar la parte física, las articulaciones. En realidad, es como algo completo para mí", añade.
A la mejora del equilibrio, el reconocimiento biomecánico y la reducción de la ansiedad y el estrés, se le suma el factor cognitivo. Es una cuestión que destaca Gloria Awamori, de 60 años, otra de las alumnas que concurre a la plaza y que dice que, al combinar movimientos de respiración, trabajan áreas de aprendizaje para tener mayor memoria y concentración.
En su totalidad, más de 300 personas realizan actualmente esta práctica de manera gratuita en la Ciudad de Buenos Aires.
Las clases más enfocadas en personas mayores se brindan en Parque Los Andes, Parque Saavedra y Plaza Aristóbulo del Valle y también hay en los polideportivos de Parque Chacabuco y Pereyra (Barracas). (TN)