Por Sebastián Pérez  Dacuña

Ante todo no esta demás decir que al FMI le interesa llegar a un acuerdo, porque al fin y al cabo para eso existe, es un organismo financiero.

Con un vencimiento de deuda por más de 700 millones de dólares, Argentina arranca hoy  un calendario de pagos al FMI que en 2022 suma 19.000 millones de dólares. 

Pero qué esconde este "difícil",  y seguramente muy aplaudido por los obsecuentes del gobierno, acuerdo que anunciará con bombos y platillos Fernández. 

¿Es este acuerdo una salida definitiva a la solución de las tortuosas relaciones con el FMI?... o, por el contrario, es una gota de agua en el mar, algo que se podría haber solucionado rápidamente y que el gobierno se empecinó en dilatar más allá de lo inoportuno para la economía y oportuno para las conveniencias de un oficialismo que venía apaleado y necesitaba mostrar un "triunfo".

Repasando, la deuda argentina con organismos multilaterales y bilaterales representa 17% del PIB, según el Ministerio de Economía. Pero en 2022 Argentina debe pagar al FMI 19.000 millones de dólares, en 2023 otros 20.000 millones y en 2024 unos 4.000 millones más. También hay en marzo de este año un vencimiento por 2.000 millones de dólares con el Club de París.

Los puntos: así es el acuerdo entre Argentina y el FMI

Argentina

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Más allá de toda la parafernalia mediática puesta en función de la negociación, seguidas casi como una novela desde los medios, solo por algunos argentinos -gran parte de ellos están en otros temas, como por ejemplo llegar a fin de mes- hay que decir que el acuerdo es uno de los tantos que seguramente se va a ir diluyendo en interés a partir de este fin de semana.

Para Romano, lo que hoy anunciará el presidente no es más que otro acuerdo estéril. "En el cortísimo plazo van a recuperar algo los activos argentinos desde la masacre de los últimos meses, pero este acuerdo no tiene sustancia. Seguimos sin tener futuro económico. Quedan 18 meses más de agonía con alta inflación sin crecimiento y sin rumbo", explica.

El tema seguramente entrará en el olvido, hasta el próximo vencimiento, porque ahora comenzará a prevalecer en carpeta temas verdaderamente preocupantes para el ciudadano de a pie, como la inflación, los acuerdos salariales, la suba de las tarifas, que no es poca cosa.