Para contener la inflación, Caputo insiste en que no se homologuen aumentos de sueldo superiores al 1%. Tensión con Empleados de Comercio y Camioneros
El plan económico del Gobierno tiene como pilar la lucha contra la inflación. Una de las variables que sigue con más detenimiento y control, es la marcha de las paritarias, a las que el Palacio de Hacienda le ha puesto un techo del 1% mensual. Se sospechaba que en plena campaña electoral el ministro de Economía, Luis Caputo, podía ceder en el virtual cepo a los salarios.
Nada de eso sucedió. Al contrario: desde la secretaría de Trabajo que encabeza Julio Cordero avisaron que no iban a homologar el acuerdo entre la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECYS) y las cámaras de la actividad, del 5,4 % más sumas fijas. Y hasta convocaron a las partes a una reunión donde la parte gremial no asistió.
El cruce entre el líder de los Mercantiles, Armando Cavalieri, y Caputo todavía está latente y hasta desató algún conflicto, puntualmente en Mar del Plata, donde el gremio se quejó porque la suba salarial no es liquidada por los supermercados mayoristas.
Es que, legalmente, los empresarios pueden desconocer la paritaria si no es homologada, en este caso, por el ministerio de Capital Humano, que tiene bajo su órbita a la secretaría de Trabajo.
Para el Gobierno, el interrogante es si sostiene esta hoja de ruta salarial sin que se le dispare la conflictividad gremial, hoy desatada en otros sectores, como las demandas de jubilados y pensionados, y reclamos en la salud y educación públicas que, a su vez, está relacionado con la distribución de los ingresos
La postura de Cavalieri no es un dato menor. Primero, porque se trata de la actividad con mayor representatividad (se estima en más de 1.000.000 de trabajadores). Segundo, porque ratificó que la suba salarial se debe pagar y argumentó que el acta suscripta con las cámaras patronales contempla una cláusula específica que garantiza la validez y aplicación del acuerdo, incluso en el caso de que la homologación administrativa de parte de la secretaría de Trabajo no se produzca de manera inmediata.
Explicó que el artículo décimo del acuerdo estipula que "para el caso de estar pendiente la homologación del acuerdo y se produzcan vencimientos de los plazos pactados para el pago de los incrementos en la forma escalonada prevista, los empleadores abonarán las sumas en la forma convenida con la mención "pago anticipado a cuenta del Acuerdo Colectivo Abril 2025", el que quedará reemplazado y compensado por los rubros correspondientes una vez homologado el acuerdo".
El Ejecutivo viene de apuntarse una victoria en la negociación de la Unión Obrera de la construcción (UOCRA) que después de declarar el estado de alerta y movilización, pactó con las patronales y una suba del 1,2% para mayo y del 1% en junio, más unas sumas fijas, herramienta que cada día se utiliza más para "dibujar" las mejoras salariales en línea con lo que pretende Economía.
El salario básico para un obrero de la construcción quedará en junio en unos $700.000, en un sector donde además sufren la alta precarización y la pérdida de miles de puestos de trabajo por la cancelación de la obra pública de parte del gobierno.
Esta es otra de las señales que mira la Casa Rosada: la falta de reacción de algunos de los principales referentes del sindicalismo, no solo por este techo a las paritarias sino por la caída de la distribución del ingreso, las cesantías y los decretos que afectan derechos adquiridos.
Mientras tanto, la Casa Rosada rechaza la relación con el sindicalismo. Una fuente libertaria explicó a iProfesional: "Lanzamos el DNU que limita el derecho a huelga y la respuesta del sindicalismo fue ir a la Justicia". Después de la fallida alianza con el líder gastronómico Luis Barrionuevo en plena campaña electoral, tanto Javier como Karina Milei coinciden en que no es conveniente tejer relaciones con la dirigencia gremial.
Los contactos los llevaron adelante el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el asesor presidencial, Santiago Caputo. Los resultados parecen nulos para las centrales obreras, que comenzaron la gestión Milei con paros y movilizaciones, pero que desde el segundo semestre del año pasado bajaron la intensidad, admitiendo que "en la sociedad no hay clima para sostener un plan de lucha en el mediano plazo".
Mientras tanto, Economía mantendrá el incremento del 1% para todas las áreas del Estado; salvo que le estalle un caso como el del Hospital Garrahan. Ese mismo esquema lo trasladará a los sectores privados, entendiendo que "el trabajador prefiere estabilidad, saber cuanto gana y que se mantengan los precios, antes que tener un aumento salarial, pero que los precios se le sigan disparando", sostuvo un funcionario de la secretaría de Trabajo.
Junio será un mes definitorio en el plano salarial, teniendo en cuenta que la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y la Federación de Camioneros advirtieron que exigen "una actualización de los ingresos que permita hacer frente a las subas del transporte, alimentos y servicios".
Los metalúrgicos vienen con un atraso desde hace meses, con paritarias "emparchadas" y actividades prácticamente paralizadas en plantas como Acindar. En cuanto a los Camioneros de Hugo Moyano, avisaron que pretenden recuperar lo perdido en el último acuerdo y una suba para el próximo trimestre en línea con las proyecciones del Índice de Precios al Consumidor (IPC). Al respecto, las fuentes oficiales plantearon que "será imposible un acuerdo de estas características". La pregunta es: ¿se vienen medidas de fuerza en estos sectores?
Sin amenazas de protestas, Cavalieri continúa marcando la cancha. A pesar de no tener homologado el acuerdo general, anunció que cerró incrementos salariales del 5,4% para las ramas de Call Center y Turismo, en un nuevo capítulo de su disputa con Luis Caputo.
Decíamos que junio será clave porque también comenzarán las negociaciones entre la Asociación Bancaria y los representantes de las cámaras privadas y públicas, más el Banco Central. Aquí también tiene cierta injerencia el gobierno, pero no aplicó el cepo paritario.
Resulta que, hasta el momento, las partes establecían un porcentaje que mes a mes se iba actualizando una vez que se conocía la medición de la inflación. Eso desactivó cualquier potencial conflicto. Voceros gremiales admitieron a este medio que "si bien todavía no tuvimos contactos con las cámaras, va a ser una discusión compleja y difícil, porque los empresarios saben que tienen el apoyo de la Casa Rosada para pisar los aumentos salariales".
Otra de las actividades que sabe conseguir buenos incrementos son los Aceiteros. La última negociación estuvo a punto de derivar en medidas de fuerza. Sin embargo, se superó, pero los dirigentes del sector avisaron que "si no hay aumento, iremos a la protesta; este es un sector de alta rentabilidad donde el Gobierno no se tiene que meter".
La sesión especial está convocada para las 12 del mediodía. El oficialismo busca que se caiga la sesión. De lo contrario, en el Gobierno ya advirtieron que vetarán las iniciativas que sean aprobadas.