Los segmentos de renta variable y renta fija marcan verdes generalizados, en una jornada de buen clima de negocios en la plaza de Nueva York
Luego de la contundente victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, la bolsa porteña extiende su buen momento y experimenta un avance del 1,4% impulsada principalmente por los sectores bancario y energético. En línea con esta tendencia positiva, las acciones argentinas que cotizan en Wall Street también registran ganancias, con algunos papeles incluso alcanzando el 3,4%.
Mientras tanto, el riesgo país cae 15 puntos y toca un mínimo que no se veía hace cinco años (852 unidades).
Fuentes de mercado señalaron que el buen momento de los activos argentinos responde a que los inversores anticipan que la afinidad ideológica entre el gobierno de Donald Trump y el de Javier Milei podría ser una señal positiva que podría beneficiar la deuda argentina y anticipan un fortalecimiento de las relaciones entre ambos países podría abrir la puerta a una mayor cooperación bilateral.
En este contexto, el nuevo panorama político se interpreta como una posible oportunidad para que la administración de Milei reciba respaldo en sus planes de estabilización y reformas económicas.
En el segmento de renta fija, los bonos soberanos en dólares bajo legislación Nueva York se negocian con tendencia positiva a lo largo de la curva de hasta 1,8%, liderados por el Global 46, mientras que los títulos en pesos con ajuste CER marcan descensos de hasta 0,3%, encabezados por el TX26.
A nivel local, el Tesoro buscará renovar el día de hoy cerca de $2,9 billones, únicamente mediante la licitación de Boncer con vencimientos entre 2025 y 2026 (TZXY5, TZXO5, TZXM6 TZXO6 y TZX26).
Al igual que la anterior licitación, no se ofrece ningún papel tasa fija, que vienen siendo la estrella del mercado de pesos en los últimos meses. Con respecto al Boncer TZX26, el mismo se ofrece como conversión del T2X5 donde se hará a valor de mercado.
La reciente victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos plantea una serie de desafíos y oportunidades para la economía argentina. Según el análisis de Javier Timerman, managing partner de Adcap Grupo Financiero, las políticas del magnate estadounidense, caracterizadas por un fuerte enfoque proteccionista, una drástica reducción de impuestos y un aumento del déficit fiscal, podrían tener efectos adversos para el país.
Timerman advierte que, ante el incremento del déficit y el endurecimiento de la política monetaria por parte de la Reserva Federal (Fed), se prevé un aumento de las tasas de interés en Estados Unidos, lo que podría generar una desaceleración económica global y presionar el valor del dólar. "En este escenario, la Argentina enfrentaría una mayor suba del dólar, una caída en los precios de las commodities y un encarecimiento de la deuda", señala el especialista.
En términos de impacto global, el especialista también destaca que el proteccionismo de Trump afectaría negativamente a las economías emergentes, especialmente a la Argentina, al incrementar el valor del dólar y reducir la competitividad de las exportaciones locales. Este panorama se complica aún más con el probable debilitamiento del euro, una consecuencia indirecta de las políticas defensivas que Trump implementaría en Europa. La reducción del financiamiento estadounidense en el ámbito de la defensa obligaría a los países europeos a asumir mayores costos, lo que a su vez generaría un déficit fiscal más pronunciado y podría acentuar las tensiones en el mercado cambiario global.
Sin embargo, no todo el análisis es sombrío. Timerman identifica un punto positivo en la relación que podría forjarse entre Trump y el presidente argentino Javier Milei, quien ha manifestado su admiración por las políticas del magnate. El posible alineamiento de ambos líderes podría destrabar ciertos desembolsos por parte de Estados Unidos, lo que representaría una oportunidad para la Argentina en términos de financiamiento. No obstante, el experto resalta que este beneficio podría verse contrarrestado por una menor contribución de Estados Unidos al multilateralismo, lo que afectaría el financiamiento de organismos internacionales clave para la economía argentina, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.
Finalmente, Timerman subraya que, aunque la relación bilateral con Trump podría ofrecer algunas ventajas, los efectos negativos derivados del proteccionismo y la inestabilidad financiera global presentan serios retos para la economía argentina.
En un contexto de tasas altas y un dólar fortalecido, experto señaló que el país deberá adaptarse a un entorno internacional más incierto, donde la cooperación con organismos multilaterales se ve amenazada y la competitividad de sus productos enfrenta nuevas barreras. La administración de Milei tendrá que navegar estos riesgos con cautela, mientras trata de capitalizar cualquier oportunidad que surja de la relación con Estados Unidos, sin perder de vista los posibles costos a largo plazo.
Las acciones estadounidenses registran nuevas ganancias este jueves, a medida que los inversores sopesan el rally impulsado por Trump y analizan el impacto que la llegada de un nuevo presidente podría tener en los mercados. Además, aguardan la decisión de política monetaria de la Reserva Federal.
El optimismo persiste tras la victoria electoral de Donald Trump, que impulsó a los tres principales índices bursátiles a nuevos máximos históricos en la víspera. Las propuestas de Trump, centradas en recortes de impuestos corporativos y desregulación, generan expectativas de un impulso económico que podría reflejarse en el rendimiento de las acciones.
Sin embargo, algunos analistas de Wall Street sugieren que el actual repunte podría estar ligado a un alivio momentáneo, ya que la victoria clara de Trump ha despejado las incertidumbres sobre una posible disputa electoral. A medida que la euforia se diluye, las ganancias de las acciones podrían comenzar a desacelerarse.
Por otro lado, la reunión de la Reserva Federal sobre las tasas de interés, un evento clave para los mercados, pasa a un segundo plano, opacada por las repercusiones de las elecciones.
Los inversores anticipan un recorte de 25 puntos básicos al término de la reunión de dos días de los responsables de la política monetaria. Sin embargo, la atención se concentra en lo que el presidente Jerome Powell pueda señalar acerca de la política futura, dado que el regreso de Trump podría implicar un período más largo de tasas elevadas.
La situación económica actual plantea desafíos para la Fed, que debe evaluar una economía robusta, una inflación persistente y un mercado laboral afectado tanto por el clima como por las huelgas. Esto podría generar un debate interno sobre el enfoque a seguir: algunos abogan por una pausa en los recortes, otros prefieren un recorte moderado acompañado de un mensaje que sugiera una política más gradual a futuro.
Los analistas esperan que Powell logre un consenso a favor de un recorte pequeño, tras la importante reducción de 50 puntos básicos en septiembre. (iProfesional)