Javier Milei se dio cita con el círculo rojo en los últimos instantes de su campaña electoral a la presidencia y le transmitió al empresariado que “la solución” de los problemas macroeconómicos “es de shock” mientras que “la estabilización implica resolver el problema de las Leliqs y el problema fiscal”. El líder libertario participó de un almuerzo en el Hotel Alvear con decenas de ejecutivos organizado por el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP), un foro compuesto por directivos de las principales cámaras empresarias.

“Argentina está frente a la peor crisis de la historia porque combina elementos del Rodrigazo, de la hiperinflación de 1989 y de la crisis del 2001”, dijo el economista, al abrir su exposición, en un marco de fuerte incertidumbre empresaria por el día después de la elección. “Si uno no arregla el cepo no se puede volver a crecer, la clave está ahí. ¿Cómo abro el cepo y no termino en una híper? Gran parte del problema radica en resolver el problema de las Leliqs. Por otro lado hay que ajustar cinco puntos, pero el ajuste lo tiene que pagar la política, tienen que caer las partidas de donde muerden los políticos”, respondió consultado por el presidente del CICyP, Marcos Pereda (SRA), que le transmitió cinco preguntas elaboradas por el Grupo de los Seis (G6), que aglutina a los principales empresarios del país. Mañana, Massa será sometido a las mismas preguntas, en el mismo auditorio.

Milei alertó sobre el crecimiento de la inflación: “Podemos llegar a un 1800, un 2000 por ciento que generaría más pobres”. Consultado sobre su política exterior, Milei le dijo a los empresarios: “Sigan haciendo todos los negocios que quieran con Brasil y China, pero yo nunca voy a ser un aliado de los comunistas”. “Voy a estar aliado a los Estados Unidos e Israel, no voy a estar aliado a los gobiernos comunistas y a los que no respetan la democracia liberal”, enfatizó.

Otra de las preguntas se centró en la obra pública. Milei señaló que “no es necesario que el Estado se meta en el medio” y annunció: “Lo que planteamos es un modelo a la chilena, de iniciativa privada. Eso sí, no es apto para corruptos”.

Sentado en la mesa principal donde estaban ubicados los integrantes del consejo directivo del CICyP, antes de su alocución, Milei se ubicó entre los empresarios Daniel Funes de Rioja (UIA) y Pereda. El líder libertario había rechazado días atrás una invitación de la UIA, al alegar cuestiones de agenda. En ese momento explicó que hoy participaría de este evento del CICyP, que tiene a la cámara de los industriales entre sus socios. Distintos referentes de la UIA se vienen reuniendo con los equipos técnicos de La Libertad Avanza, cuya agenda económica todavía genera dudas en el sector fabril.

Milei estuvo acompañado en la mesa principal por su hermana Karina, que quedó ubicada al lado de Bettina Bulgheroni y que se levantó especialmente a saludar a Alejandro Bulgheroni y a Eduardo Eurnekian, quien tuvo en la Corporación América como asesor económico al hoy candidato presidencial. Por La Libertad Avanza también asistieron al almuerzo en el Hotel Alvear Guillermo Francos (virtual “ministro del Interior” del candidato), Guillermo Ferraro (anunciado como posible ministro de Infraestructura y el encargado de la fiscalización del balotaje) y el excandidato a jefe de gobierno porteño, Ramiro Marra.

“Venimos a plantear si es populismo o república. El verdadero salto al vacío es seguir por este camino de empobrecimiento, inflación. El miedo genera parálisis. Si se paraliza la gente, gana el status quo. Proponemos un cambio verdadero”, dijo, y cuestionó la presunta “campaña del miedo” que activó Sergio Massa, su rival en las urnas.

Abrió el encuentro Pereda con un saludo y un breve mensaje, con algunos reclamos que parecieron dirigidos al kirchnerismo. “Es imprescindible que logremos la unidad de todos los argentinos. Es necesario recrear la esperanza”, dijo el empresario, que reclamó por el “constante desafío a las instituciones”. Y agregó, en un pedido al candidato libertario: “La República no le pertenece a ningún candidato ni a ningún funcionario. Queremos, licenciado Milei, la vigencia plena de la Constitución Nacional”.

El candidato de La Libertad Avanza fue por última vez a CICyP en junio pasado, un mes y medio antes de las PASO, cuando apenas se ilusionaba con alzarse con un tercer puesto digno y no imaginaba llegar con buenas chances a un balotaje. Desde ese momento formó parte de otros eventos ante el empresariado, como el Council of Americas, aunque rechazó participar de otros encuentros: en el coloquio de IDEA protagonizó una “contracumbre” fuera del programa oficial y en los últimos días rechazó una invitación de la Unión Industrial Argentina (UIA) para exponer sus planes ante empresarios fabriles.

A diferencia de aquella disertación de junio en el CICyP, ahora Milei tiene para estrenar su flamante alianza con Mauricio Macri, algo que puede ayudarlo a empatizar con el auditorio empresario. Forman parte de la comisión directiva del foro empresario anfitrión, entre otros, Marcos Pereda (SRA), Mario Grinman (Cámara Argentina de Comercio y Servicios), Daniel Funes de Rioja (UIA), Gustavo Weiss (Cámara Argentina de la Construcción).

Milei insistió en los últimos días con sus propuestas de dolarizar la economía y con cierre del Banco Central. Si bien intenta no desperfilarse, se presenta como el candidato no-político y propone una opción de cambio radical, el libertario también debe seducir a una porción de los electores de Bullrich que todavía no se convencieron de votarlo. “Hay dos factores que generan dudas en ese electorado que nos falta: la personalidad eléctrica de Milei y algunas falsas propuestas que se instalaron en la opinión pública, como la privatización de la economía y la salud. Esos son los dos argumentos que tenemos que rebatir”, explicó un colaborador muy estrecho del líder de La Libertad Avanza.

Eso explica por qué ayer la candidata a vice, Victoria Villarruel, hizo campaña en Recoleta con sello propio y sin la parafernalia libertaria (ni la motosierra ni el león) y también por qué Milei optó por destinar sus últimos minutos de proselitismo a hablarle al empresariado hoy, en el Hotel Alvear Icon. 

Fuente: La Nación