Luego de un pasar internado varias semanas, el periodista volvió este lunes a conducir su programa en Mitre.
Tras recibir el alta médica el sábado pasado, Jorge Lanata regresó a la presentación de su programa Lanata Sin Filtro por Radio Mitre. “Señores vamos al pase y tengo una sorpresa”, dijo Eduardo Feinmann minutos antes de las 9.30 para luego reencontrarse al aire con el periodista en el clásico pase. “Lo que te extrañé no tenés idea”, dijo el conductor de Alguien tiene que decirlo al darle la bienvenida al periodista.
“Yo también a vos... Estoy bien, estoy cansado con la duda de si empezaba hoy o el miércoles para ver como seguía la historia, pero acá estoy”, dijo Lanata en sus primeros minutos al aire. Sus compañeros le reclamaron de manera divertida: “¡Lo que hacés para no estar en el día de tu cumpleaños!”, teniendo en cuenta que el conductor de PPT pasó ese día-12 de septiembre- internado en la Fundación Favaloro.
“Estuve complicado, pero es todo tan eventual que de golpe no te pasa nada y de golpe te pasa, es totalmente eventual. Hubo tres etapas que tuve y la última fue más complicada que se llama shock séptico (una infección generalizada). La sensación que tengo ahora es que tuve como cuatro o cinco meses afuera y no porque en verdad estuve un mes, pero cuando lo ves parece más”.
“Tengo la sensación que si no lo tomás demasiado en cuenta, son cosas que pueden o no pasar. No sabés. Eso es lo que lo hace maravilloso y raro”, sostuvo el periodista. Además, se preguntó en el aire de Radio Mitre: “¿Por qué estoy acá y no me quedé? Es raro. ¿Cuál es la fuerza que te hizo reaccionar?”.
Al ser consultado sobre su deseo de volver a trabajar, expresó: “Fue fuerte. De las últimas veces que estuve internado, esta fue la primera o la segunda peor”. “En un momento sí estuve asustado” señaló, y detalló en qué ocasión: “En esos momentos en los que decís ‘¿y esto? ¿cómo sigue?’”.
Por otra parte, Lanata admitió que de todas las internaciones que tuvo en los últimos años “esta fue la peor”. “Fue peor que el trasplante, que es otro tipo de quilombo. Lo que va a pasar es lo que tiene que pasar. Vas preparado. Acá no hay plan. En un momento estuve asustado. Fui y volví de la terapia varias veces. Me asusté cuando pensé ‘¿cómo sigue esto?’”, enfatizó el periodista, que además apeló a su clásico humor.
“Mi mensaje universal después de todo esto es que garchen todo lo que puedan, quiéranse, no pierdan el tiempo. Ya sé que suena a discurso hippie pero no lo es. Es así, no hay tiempo. Es la vida y la muerte”, completó.