La última ceremonia se realizará solamente con la presencia de familiares cercanos. La monarca reposará junto a su marido, Felipe de Edimburgo, en las bóvedas de la iglesia
La familia real británica y más de 500 jefes de Estado y dignatarios de todo el mundo han despedido a la reina Isabel II y han honrado su "permanente sentido del deber" en un funeral de Estado para la historia. Entre los invitados, los reyes españoles Felipe VI y doña Letizia y los eméritos Juan Carlos I y doña Sofía, que se han sentado juntos en la que es su primera imagen pública desde 2020.
Tras el funeral en la abadía de Westminster, miles de ciudadanos concentrados en el centro de Londres han podido acompañar al cortejo fúnebre durante el recorrido hasta el arco de Wellington. Después, el féretro se ha trasladado hasta el castillo de Windsor, a 35 kilómetros de la capital británica, y en cuya capilla de San Jorge será enterrada esta tarde al lado de su esposo, el duque de Edimburgo.
A su llegada a Windsor, como estaba previsto, los restos de Isabel II han recorrido en procesión los cerca de 5 kilómetros del denominado Long Walk, la avenida arbolada que desemboca en el castillo de Windsor, la residencia real donde más tiempo solía pasar la reina. En la capilla de San Jorge, un lugar habitual de bautizos, bodas y funerales reales, se ha celebrado un servicio religioso ante unos 800 invitados.