Consultores estiman que el déficit primario rondará entre 2,9 y 3 puntos del PBI y sigue lejos de la meta comprometida con el Fondo Monetario Internacional.
El combo de medidas de ajuste fiscal que implementó el ministro de Economía, Sergio Massa, implica un recorte de alrededor de medio punto porcentual en el déficit primario previsto para todo 2022, según distintas estimaciones de consultores privados. Sin embargo, todavía queda achicar la brecha entre gastos e ingresos entre 0,4 y 0,5 puntos del PBI adicionales para cumplir con la meta pactada con el Fondo Monetario Internacional. La brecha a cubrir es de unos $ 300.000 millones.
El apretón fiscal comenzó en julio, durante la efímera gestión de Silvina Batakis. Ese mes, el gasto real cayó 3,7% y el gasto primario, 5,3%, según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf). Contabilizando como "rentas de la propiedad" la valorización de bonos por $74.000 millones, el déficit primario de julio fue de $ 1945 millones y cayó 98% anual.
Tras seis meses de conflicto en el este del Viejo Continente, la situación humanitaria provocada por la invasión rusa generó las críticas de la presidenta de la Comisión Europa (CE), Ursula von der Leyen, quien cuestionó a Putin.
El apretón fiscal comenzó en julio, durante la efímera gestión de Silvina Batakis. Ese mes, el gasto real cayó 3,7% y el gasto primario, 5,3%.
En el acumulado de 7 meses, el rojo primario asciende al 1,1% del PBI. Los gastos suelen acelerar en la segunda mitad del año. Por eso, los consultores estimaban que el año terminaría con un déficit de 3,5% del PBI, un punto por encima de la meta.
Ese freno, sin embargo, tuvo mucho de parálisis de gestión. Hubo gastos que no se ejecutaron porque, con los cambios de ministros, secretarios y subsecretarios, no había firmas. Es lo que relatan en la Secretaría de Industria. Había créditos productivos listos para la firma que no se ejecutaron y, este lunes, Economía decidió podar en $ 62.000 millones esos fondos. "Lo de julio fue más un tema de gestión, o no gestión, que de política fiscal", evaluó Javier Alvaredo, director de ACM.
El apretón fiscal comenzó en julio, durante la efímera gestión de Silvina Batakis. Ese mes, el gasto real cayó 3,7% y el gasto primario, 5,3%.
Las nóminas del personal serán monitoreadas e informadas mes a mes por INDEC.
LAS CUENTAS
María Castiglioni Cotter, del estudio C&T, estimó que el recorte presupuestario será de 0,2% del PBI y que la segmentación de electricidad, gas y agua aportará otro 0,24%. "No alcanza, porque la trayectoria traía un desvío más significativo respecto de la meta del 2,5%", indicó.
El apretón fiscal comenzó en julio, durante la efímera gestión de Silvina Batakis. Ese mes, el gasto real cayó 3,7% y el gasto primario, 5,3%.
Para Lorenzo Sigaut Gravina, director de Análisis Macroeconómico de Equilibra, la segmentación de tarifas redundará en un ahorro cercano a 0,2 puntos del PBI. "Las medidas del lunes (por el recorte presupuestario) ayudan a reasignar y recortar algunos gastos", agregó. Pero la meta sigue quedando lejos. "Todo eso va a encaminándose a un déficit del 3% del PBI y la duda ahí es política, la pregunta es cuánto más se va a poder ajustar desde el gasto, sabiendo que los ingresos difícilmente mejoren", afirmó.
Ricardo Delgado, CEO de Analytica, estimó que el impacto será más acotado: el recorte de subsidios aportaría apenas 0,06 puntos del PBI y el ajuste presupuestario de $ 128.000 millones netos, 0,16 puntos. "Proyectábamos un déficit primario de 3,1% del PBI y ahora se reduce a 2,9%. Massa ya ajustó casi 40% de lo necesario para llegar al FMI, pero faltan $ 308.000 millones hasta fin de año", calculó.
Nadin Argañaraz, de Iaraf, estimó que Massa debía cubrir un hueco de $ 650.000 millones al asumir, o 0,9% del PBI. Para eso, sumó ingresos vía el anticipo adicional del impuesto a las Ganancias (unos $ 100.000 millones netos de coparticipación) y recortó gastos. "Las decisiones apuntan a cerrar ese hueco", indicó el economista.
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El agujero no es fácil de cerrar. En las previsiones de la Secretaría de Hacienda, el déficit corría a tal velocidad en el primer semestre que llegaría a 3,5 puntos del PBI. Era necesario acortar esa brecha en un punto porcentual. Raúl Rigo se lo anticipó a Massa antes de asumir y anunciaron medidas fiscalistas para buscar acomodar las cuentas.
Lo hicieron incluso a expensas de consignas emblemáticas para el kirchnerismo, como los subsidios energéticos, el programa de créditos hipotecarios Procrear (poda de $ 50.000 millones) y el de computadoras Conectar Igualdad (recorte de $ 30.000 millones).
Para Alvaredo, "la mayor inflación le juega a favor al Gobierno, porque da un margen de unos $ 300.000 millones, que es la diferencia entre el PBI real y el que se estimaba en el acuerdo, cuando se fijaron los techos de gasto del Presupuesto". Así y todo, añadió, "podrían cumplir la meta, pero no será fácil".