Tras los incidentes registrados en el partido definitorio del Clausura del fútbol femenino, se cuestionó la organización y el esquema de seguridad del evento, cuya responsabilidad recayó en la Liga Mendocina de Fútbol, entidad presidida por Carlos Sperdutti.

De acuerdo con las evaluaciones realizadas luego del encuentro, la Liga no habría garantizado las condiciones mínimas necesarias para el normal desarrollo del partido, particularmente en lo referido a la seguridad. El evento contó con un operativo reforzado dispuesto para acompañar la jornada, aunque se indicó que la planificación y ejecución general no resultaron suficientes para evitar el desborde de la situación.

El episodio fue vinculado además a antecedentes conflictivos dentro de la institución, relacionados con presuntas irregularidades administrativas y económicas. Según ese análisis, la acumulación de estos problemas terminó reflejándose en lo ocurrido durante la final del torneo femenino, donde no se logró asegurar un marco adecuado para la competencia deportiva.

En este contexto, se evalúan medidas institucionales que incluyen el posible cese de la actual conducción de la Liga Mendocina de Fútbol y la conformación de una nueva comisión directiva que permita reordenar su funcionamiento. También se analiza la recomendación formal de avanzar con una intervención institucional de la entidad.