El titular del bloque, Arturo Squella, se pronunció desde el comando de campaña y comentó que la aspirante oficialista ya se comunicó con el flamante mandatario para felicitarlo por su contundente triunfo
Esta vez no hubo sorpresas. Con el 58,17% de los votos y una ventaja de más de 16 puntos, según los resultados oficiales, José Antonio Kast arrasó en el balotaje presidencial y selló de manera categórica el regreso de la derecha a La Moneda.
Con una campaña centrada en la seguridad, la migración irregular y el desgaste del oficialismo, el líder del Partido Republicano se impuso con amplitud sobre la candidata comunista Jeannette Jara, que obtuvo el 41,83%, y se quedó con la presidencia de Chile.
"Es un día increíble", dijo Kast, visiblemente emocionado, en su primer discurso como presidente electo, ante miles de personas que vitoreaban y agitaban banderas frente a la sede del Partido Republicano, en el barrio de Las Condes. Desde el escenario, agradeció a los chilenos por el respaldo en las urnas y prometió un giro en materia de orden y seguridad. "Vamos a restablecer el respeto a la ley", afirmó.
En un tono más conciliador, Kast amplió los agradecimientos y buscó proyectar unidad hacia el interior de la derecha. Saludó especialmente a Johannes Kaiser, presente en el acto, líder del Partido Nacional Libertario y referente del sector más duro del electorado conservador, y a Evelyn Matthei, exalcaldesa de Providencia y una de las figuras históricas de la derecha tradicional, cuyo respaldo tras la primera vuelta fue clave para consolidar el apoyo del bloque opositor.
Pero el gesto no se limitó a su propio espacio político. En ese marco, subrayó que "un gobierno no se construye solo con los partidarios", en un mensaje dirigido a Jeannette Jara, y pidió altura de miras a la oposición, al destacar el rol del diálogo político como una condición necesaria para la estabilidad y la gobernabilidad del país.
Ese llamado estuvo acompañado por una advertencia sobre el clima de confrontación que marcó la campaña. "No necesitamos agredir a nadie, ni física, ni verbal ni digitalmente, porque nuestras ideas son mejores", dijo, al recordar el ataque ocurrido en Iquique y llamar a bajar el tono del debate público.
En la misma línea, insistió en la necesidad de construir mayorías amplias. "Si vamos a mejorar, necesitamos a la oposición. Yo voy a ser el presidente de todos los chilenos", aseguró, antes de distender el ambiente con una broma dirigida a los encargados del teleprompter, a quienes les pidió entre risas que "se despertaran".
Partidarios de José Antonio Kast celebran su victoria a la espera de su discurso de cierre.
Kast también remarcó en varios pasajes los tiempos difíciles que se avecinan y el miedo que atraviesan muchas familias, especialmente por el problema de la inseguridad. En ese contexto, endureció el mensaje: "A los delincuentes los vamos a ir a buscar", prometió, entre aplausos.
"Nos vamos a unir para reconstruir Chile, porque somos el mejor país del mundo. Pequeñitos, en el fin del mundo, pero acá estamos. Y vamos a volver a ser el mejor país", afirmó. "Eso es algo que me llena de orgullo".
El mandatario electo agradeció a los expresidentes Eduardo Frei Ruiz-Tagle, Ricardo Lagos, Michelle Bachelet y Patricio Aylwin, y realizó una mención especial al fallecido Sebastián Piñera, de quien destacó que, más allá de las diferencias, su figura "creció enormemente".
"La grandeza es lo que nos va a ayudar a recuperar Chile. Desde este día podemos sentar las bases de un país que vuelva a encontrarse y no a dividirse", cerró.
Los resultados
La confirmación de su triunfo llegó horas antes desde su propio comando. "José Antonio Kast es oficialmente el presidente electo", señalaron sus colaboradores más cercanos, al tiempo que informaron que el candidato ya había recibido la llamada de Jara para reconocer el resultado.
Más tarde, la propia candidata lo ratificó en redes sociales: "La democracia habló fuerte y claro. Me acabo de comunicar con el Presidente electo José Antonio Kast", escribió. Y agregó: "A quienes nos apoyaron y fueron convocados por nuestra candidatura, tengan claro que seguiremos trabajando por avanzar en una mejor vida en nuestra patria. Juntos y de pie, como siempre lo hemos hecho". Horas después, Jara se acercó personalmente a la sede del Partido Republicano para saludar a Kast y formalizar el gesto de reconocimiento de la derrota.
El gesto fue acompañado poco después por el del presidente Gabriel Boric, quien llamó a Kast desde La Moneda, en una conversación transmitida en vivo como es tradición en Chile. Durante el contacto, el mandatario felicitó al presidente electo, le ofreció colaboración para el proceso de transición y subrayó el valor de las instituciones democráticas. "Quiero que sepa que, como Presidente de la República, siempre estaré a disposición para colaborar con los destinos de la patria", le dijo Boric, antes de remarcar el sentido de continuidad institucional: "La República es más grande que usted o yo".
La elección se desarrolló en un clima de participación masiva, impulsada por el voto obligatorio, aunque el porcentaje final del padrón aún no había sido informado oficialmente. Con los cómputos ya avanzados, el triunfo de Kast adquirió un carácter plenamente histórico: con 7.242.960 votos, se convirtió en el presidente más votado de la historia de Chile, superando no solo la marca de Sebastián Piñera en 2017, sino también el récord previo de Gabriel Boric en 2021. El dato refuerza la magnitud de una victoria leída tanto como un respaldo contundente a su agenda como un severo castigo al gobierno saliente.
El candidato presidencial chileno José Antonio Kast, del Partido Republicano, posa para una fotografía junto a su esposa, María Pía Adriasola, antes de emitir su voto durante la segunda vuelta presidencial en Paine, al sur de Santiago.
En ese resultado tuvo un peso decisivo el electorado de Franco Parisi, la sorpresa de la primera vuelta, en la que había obtenido el 19,7% de los votos. Aunque el líder del Partido de la Gente evitó respaldar explícitamente a alguno de los candidatos y promovió el voto nulo, una porción significativa de sus votantes terminó inclinándose por Kast en la segunda vuelta, atraída por un discurso de orden, rechazo a la política tradicional y crítica al oficialismo. Esa transferencia silenciosa amplió la ventaja del candidato republicano y terminó de inclinar la balanza.
El dato lo confirma: los votos blancos y nulos apenas representaron 7,07% del total, muy por debajo del caudal que Parisi había cosechado en noviembre, lo que sugiere que su llamado a no optar por ninguno de los dos candidatos tuvo un impacto acotado.
La escena del triunfo empezó a tomar forma incluso antes de que se conocieran los primeros resultados oficiales. La música irrumpió en el comando de Kast apenas cerraron las urnas. Con un escenario montado que cortó la calle Presidente Errázuriz, frente a la sede del Partido Republicano, en el barrio de Las Condes, el clima de festejo se instaló desde temprano, con banderas, cánticos y un tono de celebración que anticipaba un desenlace favorable.
Para Kast y su entorno, el resultado es algo más que una alternancia en el poder. Funciona como un veredicto sobre el gobierno de Boric y sobre la promesa de cambios "fundacionales" que marcó el ciclo político abierto tras el estallido social de 2019. Para la izquierda, en cambio, la derrota confirmó el costo electoral de la inseguridad, el estancamiento económico y la frustración acumulada luego de dos procesos constitucionales fallidos. El presidente electo asumirá el próximo 11 de marzo.

El jefe de Estado argentino celebró la victoria del republicano en el balotaje chileno, a quien calificó como su amigo, sobre la candidata oficialista Jeannette Jara