La Justicia mendocina intenta avanzar en la investigación para determinar qué motivó a la alumna de 14 años de la escuela Marcelino Blanco, en La Paz, a atrincherarse con un arma de fuego y disparar dentro del establecimiento. Sin embargo, el primer intento de realizar una entrevista en Cámara Gesell no prosperó, ya que la menor se negó a hablar sobre lo ocurrido.

La estudiante permanece internada en el hospital pediátrico Humberto Notti, adonde fue trasladada luego de que finalizara el episodio el miércoles pasado tras cinco horas y media de tensión y un operativo policial de negociación. El arma que utilizó pertenece a su padre, un policía de la provincia de San Luis.

La fiscal penal de Menores Griselda Digier lleva adelante la investigación, mientras que la jueza de Familia Paula Maurano está a cargo de las medidas tutelares. Será ella quien, en base a informes médicos y sociales, determine el futuro inmediato de la adolescente: su tratamiento, el régimen de convivencia con la familia y la continuidad educativa.

Durante la primera instancia en Cámara Gesell, la joven se mostró tranquila y comunicativa, pero desistió de hablar del episodio. De acuerdo con los protocolos, los menores no pueden ser obligados a declarar. En esta etapa preliminar, psicólogos buscan generar un vínculo de confianza para que, llegado el momento, el diálogo fluya de manera natural.

Las entrevistas en Cámara Gesell resultan claves para comprender si la adolescente atraviesa algún trastorno emocional, qué factores influyeron en su accionar y cómo deberán resolverse las medidas de cuidado y responsabilidad hacia el futuro.

El caso continúa bajo estricta atención médica, judicial y social, en lo que constituye uno de los episodios más graves registrados en una escuela mendocina.