En gastos de funcionamiento, la administración actual dispuso un incremento acumulado del 345% desde diciembre de 2023.
La Universidad de Buenos Aires (UBA) llevó adelante un paro total de actividades, acompañado del bloqueo de su campus virtual, en rechazo al veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario.
Sin embargo, los números oficiales muestran que, desde la llegada de Milei al poder, el Gobierno nacional realizó un esfuerzo sin precedentes para sostener y fortalecer a las universidades públicas, en medio de un ajuste que terminó con el déficit fiscal y en marcado contraste con lo ocurrido durante gestiones anteriores.
En materia de gastos de funcionamiento, la actual administración libertaria dispuso un incremento acumulado del 345% desde diciembre de 2023, cifra que garantiza el pleno desarrollo institucional de las casas de estudio. La UBA, en particular, recibió un monto de $33.000.000 millones, la totalidad de los fondos que había solicitado, cubiertos por el Estado nacional.
Emiliano Yacobitti, vicerrector de la UBA.
El esfuerzo también se refleja en el ámbito salarial. Entre septiembre y noviembre de 2025, los docentes y no docentes percibirán un aumento del 7,5%, acompañado de sumas fijas extraordinarias. Desde enero de 2024 hasta mayo de 2025, los incrementos acumulados alcanzaron el 111%, muy por encima de los ajustes otorgados al resto del sector público nacional.
Con estas medidas, el Gobierno de Milei buscó garantizar la recomposición del salario universitario en un contexto de fuerte restricción fiscal y todavía con los efectos de la inflación generada por el anterior gobierno kirchnerista.
El contraste es evidente con lo ocurrido en el pasado. Durante la presidencia de Alberto Fernández, el entonces ministro de Economía, Sergio Massa, recortó $70.000 millones del presupuesto educativo sin que desde la UBA se registraran quejas, protestas ni medidas de fuerza comparables a las actuales. Esta diferencia en el accionar de las autoridades demuestra que las manifestaciones y paros recientes tienen motivos políticos más que académicos.
Javier Milei, presidente de Argentina.
La medida adoptada por la UBA fue además duramente criticada por el impacto directo en los estudiantes. No solo se suspendieron las clases presenciales, sino que las autoridades decidieron bloquear el acceso al campus virtual, lo que impidió a miles de alumnos continuar con sus actividades de estudio a tan solo una semana de los exámenes.
Este tipo de medidas demuestran que el paro convocado por la UBA es simplemente una forma de presión política contra el Gobierno de Milei, que busca instalar un clima de confrontación, aun cuando los recursos económicos están plenamente garantizados.

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