Se cumplen 20 años de la histórica victoria de la Selección Argentina a Estados Unidos en Atenas 2004.
Un 27 de agosto de 2004, la Selección Argentina de básquet lograba uno de los triunfos más importantes de su historia, al vencer 89-81 a sus pares de Estados Unidos en las semifinales de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, en lo que fue el paso previo a la medalla dorada.
Aquel día, la Selección de Rubén Magnano escribió una de las páginas más gloriosas del deporte argentino. Ante un equipo plagado de estrellas de la NBA, Argentina consiguió imponerse 89-81 en un partido memorable.
Este martes, 20 años más tarde, se recuerda esa histórica victoria mediante la voz de varios protagonistas de aquel equipo, que tuvo a un Emanuel Ginóbili en llamas: contra EE.UU. anotó 29 puntos.
Los números de Manu fueron impresionantes: hizo 29 puntos, con 9 aciertos sobre 13 intentos en tiros de campo y 66,66 por ciento de efectividad en triples (4 de 6), para convertirse en la máxima figura de la semifinales.
También sobresalieron Luis Scola, Andrés Nocioni y Fabricio Oberto, muy importantes en la zona pintada, que resultó clave para dominar a un equipo que superaba holgadamente en promedio de estatura a la escuadra argentina.
Pepe Sánchez y Alejandro Montecchia, bases de la Selección, hicieron su aporte en puntos y asistencias, mientras que Walter Hermmann, desde el banco, terminó siendo determinante con sus 11 puntos y 4 rebotes.
La Selección de Estados Unidos tenía figuras rutilantes de la NBA como Tim Duncan, Allen Iverson y Lamar Odom, mezclados con incipientes estrellas de la talla de LeBron James, Dwyane Wade y Carmelo Anthony, por ejemplo. Nada pudieron hacer ante el talento y el espíritu ganador de la Generación Dorada.
Duncan, compañero de Manu en San Antonio Spurs en aquel momento, debió salir cuando faltaban 5 minutos por haber llegado a las 5 faltas. Ese hecho pareció sentenciar el partido, ya que los norteamericanos dependían enormemente del poderío de su torre para dominar los rebotes.
Los dirigidos por Rubén Magnano dominaron el partido contra la mayor potencia de este deporte y lograron un triunfo que, sin dudas, les justificó el mote de Generación Dorada, encontrando sus baluartes en Manu, Luis Scola, Fabricio Oberto y Andrés Nocioni, entre los que se asentaron como figuras del Seleccionado.
El partido siguiente, luego de haber dejado en el camino a los favoritos al oro -que tenían estrellas como Tim Duncan, Carmelo Anthony, Lamar Odom y LeBron James-, Argentina derrotó a Italia en la final por 84-69 y se terminó quedando con la medalla dorada, en un fantástico desempeño olímpico que marcó un antes y un después para el básquet argentino.
Fue la última vez en la historia en la que el Dream Team no ganó el oro olímpico
El popular periódico estadounidense USA Today escribió luego de la derrota que “Estados Unidos no tiene más el invencible poderío que alguna vez tuvo”. Y fue más allá: “Los mejores jugadores del mundo podrán estar en la NBA, pero el mejor equipo, hoy por hoy, es Argentina”.
Para tomar dimensión de lo que fue esa hazaña argentina hay que remarcar que aquella vez fue la última en la historia en que el Dream Team no ganó el oro olímpico y la única en que lo resignó ante un equipo no soviético. A partir de la redención, mostrada en detalle en la serie de Netflix, Estados Unidos recuperó la hegemonía.
Estados Unidos había llegado al partido contra Argentina con sed de revancha, porque en el Mundial de Indianápolis 2002, la Selección le había dado el primer golpe, con un triunfo 87-80 en su propia casa. En la fase de grupos de aquel torneo, la Selección le había cortado al Dream Team un invicto de 58 partidos y más de 10 años en competiciones de la Federación Internacional de Básquetbol (FIBA).
El Xeneize y el Millonario, que tendría en el medio los cuartos de final de la Copa Libertadores, se verán las caras en La Bombonera por la fecha 15: todos los detalles.