Pese a que su estrecha relación con los Milei, el plan de fusión de la ministra sufre escollos por la cerrazón libertaria
Pese a los desencuentros que deterioraron con estrépito su relación personal y política, Mauricio Macri y Patricia Bullrich concuerdan en un punto: ambos descreen que el acuerdo de convergencia que negocia Cristian Ritondo con La Libertad Avanza (LLA) llegará a buen puerto. En rigor, el jefe de Pro desconfía que los Milei habiliten el armado de un frente electoral para que el partido amarillo mantenga su sello en las elecciones legislativas del 7 de septiembre en Buenos Aires. Y Bullrich vislumbra que Ritondo solo podrá arrear a un grupo de dirigentes de Pro para que se muden al cuartel general de LLA y no atará un pacto institucional con los libertarios.
Bullrich procura bajar un mensaje de tranquilidad a su tropa en momentos en que se impone un clima de nerviosismo. Es que hasta ahora la ministra de Seguridad, quien se afilió a La Libertad Avanza en plena campaña porteña, no logró sortear la cerrazón pretoriana del armado partidario de los Milei. Tiene el aval y el apoyo del "triángulo de hierro", pero su estatus no le garantiza privilegios en la galaxia libertaria ni puestos codiciados para sus leales o dirigentes aliados en las listas del oficialismo nacional en los comicios provinciales.
El caso de Hebe Casado, vicegobernadora de la provincia de Mendoza, es ilustrativo de los obstáculos que enfrenta el grupo de Bullrich para fusionarse con la fuerza de Milei. Socia local de Alfredo Cornejo, uno de los caciques de la UCR que coopera con la Casa Rosada, Casado confirmó hace un par de semanas su decisión de abandonar de manera oficial las filas de Pro, el partido liderado por Macri. Lo hizo a través de una carta en el que despotricó contra la conducción del macrismo, denunció maltrato y advirtió que el espacio había perdido "los principios republicanos que lo fundaron". Casado es una dirigente muy cercana a Bullrich, quien supo conseguir el respaldo de Cornejo en su disputa contra Horacio Rodríguez Larreta en 2023.
Casado esperaba que los armadores de LLA la recibieran con los brazos abiertos. Sin embargo, las autoridades de la fuerza de Milei en Mendoza aún no habilitaron su afiliación. El desplante obligó a Bullrich a intervenir. Lo mismo ocurrió con los diputados radicales que se pintaron de violeta para defender los vetos de Milei al aumento para las jubilaciones o la ley de financiamiento universitario. El tucumano Mariano Campero o el misionero Martín Arjol esperaban que los violetas les retribuyeran su apoyo con un gesto de apertura en sus provincias. Arjol se topó con una negativa y debió conformar un espacio propio para competir en las legislativas de este domingo en Misiones, por fuera del esquema de LLA.
Hace varias semanas, Bullrich debió contenerlos. Los recibió en su despacho para intentar calmar los ánimos. Quien también despotrica por el destrato de los jefes territoriales de LLA es José Núñez (Pro-Santa Fe). Núñez fue uno de los diputados que colaboraron con el oficialismo para frenar el tratamiento de ficha limpia en Diputados. No obstante, su teléfono no volvió a sonar. Molesto con los libertarios, se ausentó el miércoles último en la votación del proyecto para aumentar las jubilaciones.
"Si nos tratan así ahora que nos necesitan en el Congreso, ¿cómo va a ser después del recambio legislativo?", plantea un espada de Pro que reporta a Bullrich.
Tanto Bullrich, que se mueve en tándem con Diego Valenzuela, intendente de Tres de Febrero, otro converso al mileísmo, confía en que su sector no saldrá perjudicado en caso de que Ritondo llegue a un entendimiento con Sebastián Pareja, titular de LLA en Buenos Aires, para que Pro y los libertarios confluyan en las elecciones de septiembre y octubre. "No les van a dar muchos lugares", remarcan cerca de la ministra de Seguridad, quien se encamina a protagonizar la compulsa porteña en las legislativas nacionales. Quienes la frecuenta descuentan que los Milei la harán jugar como primera candidata a senadora en la Capital, fortaleza del macrismo.
Ella no da pistas. Por ahora, se siente una pieza vital del Gobierno, no solo porque ocupa la cartera de Seguridad, sino porque los Milei la ponen en cancha para hacer campaña y fortalecer la marca de LLA en los distritos que desdoblaron las elecciones. Por ejemplo, participó de actividades proselitistas en Santa Fe, donde los libertarios les dieron poco y nada a los bullrichistas en el reparto de lugares en las nóminas, la Capital y en Misiones, donde los libertaros quedaron segundos.
"A Patricia la usan, pero no le dan nada. Y nuestra gente, como Arjol, queda aislada", despotrica uno de los feligreses de la ministra que desconfía de la actitud de los libertarios. Es que la situación de la mendocina Casado se replica en otros distritos, donde exconcejales o legisladores de Pro enfrentan trabas a la hora de cruzar el cerco a LLA. Ella se ha jactado de acercar a dirigentes taquilleros al mundillo libertario, como Juan Pedro Aleart, de buena performance en los comicios en Rosario.
Entre los colaboradores de Bullrich relativizan los cortocircuitos y se aferran a la tesis de que la ministra se involucrara activamente en las negociaciones a la hora de discutir la conformación de las listas nacionales rumbo a octubre. Por ahora, argumentan, los acuerdos dependieron del escenario local de cada provincia y, sobre todo, de la afinidad que existe entre los referentes del partido de Milei y los emisarios de Bullrich o Pro. Para matizar los desencuentros, aseguran que lograron coordinar el accionar de libertarios y bullrichistas en Neuquén, donde la ministra cerró filas con Pablo Cervi (UCR), o en Tierra del Fuego, donde la concejala de Ushuaia, Belén Monte de Oca, se integró a la estructura violeta que comanda Agustín Coto.
Así como en Mendoza se complican las gestiones para aunar fuerzas con Cornejo -Karina Milei y Eduardo "Lule" Menem negocian con el gobernador, pero Luis Petri se plantó en el congreso partidario de la UCR y tensó las conversaciones-, la cordobesa Laura Rodríguez Machado espera que se consume un acuerdo político con LLA antes de desafiliarse de Pro para sumarse a las "fuerzas del cielo".
Bullrich machaca con que Macri no podrá ejercer influencia en las tratativas para armar las nóminas electorales. De hecho, cree que el expresidente no logra liderar a los amarrillos ni puede forzarlos a presionar al Gobierno. Sus laderos ponen como ejemplo el funcionamiento del bloque de Pro en Diputados. Consideran que la mayoría de la bancada que preside Ritondo se alinea con los intereses de la Casa Rosada y que solo una minoría, representada por Silvia Lospennato y María Eugenia Vidal, responde al expresidente. "Macri no fue importante para garantizar la gobernabilidad. Mandó a votar en contra del DNU que destinaba fondos para la SIDE", remarcan cerca de Bullrich.
En el macrismo se viven horas de tensión. Por caso, Lospennato descolocó a las autoridades porteñas cuando en una cumbre de Pro deslizó que aún no decidió si asumirá en diciembre como legisladora porteña. Ella obró por lealtad a Macri al aceptar la candidatura y ahora quedó en la mira de Milei, después de los cruces por la caída de ficha limpia en el Senado. "Veremos, hasta el 9 de diciembre hay tiempo para decidir. Falta mucho", aseguran allegados a la diputada. Ella tiene mandato hasta 2027 en el Congreso nacional. Da la sensación de que el Presidente no contará con ella para defender el eventual veto a la suba del 7% para los jubilados.
Entre tanto, Bullrich estrecha sus lazos con Karina Milei. Considera que es la dueña de la lapicera en LLA y maneja el artefacto de poder del partido del oficialismo. Por eso, alfiles de la ministra deslizan que Santiago Caputo, el principal asesor del Presidente, se equivoca al apuntalar la agrupación militante de "las fuerzas del cielo", que le disputa poder a los Menem y Pareja, brazos ejecutores de la hermana de Milei en los territorios. Internamente, Bullrich promovía una tregua y que Caputo se corra. "Si tiene un candidato para ofrecer, que lo proponga. Pero armar una interna no tiene sentido", señalan en el entorno de la ministra. Para Bullrich, la prioridad del armado político de Milei de cara a las elecciones de este año debe ser incrementar la musculatura en las provincias con el objetivo de sumar gobernadores propios en 2027. Lo considera un paso clave para que las reformas que promueve Milei a nivel nacional se instrumenten en los principales distritos del país.
¿Ella peleará por desbancar a los Macri de la Ciudad, la casa matriz de Pro, dentro de dos años? "No lo sé", respondió Bullrich en la intimidad.
La medida afectará a más de seis mil pasajeros.