El peronismo kirchnerista renovador aún no sabe cómo se presentará a elecciones en el territorio bonaerense. La desastrosa performance del pasado domingo puso en alerta a la presidente del PJ nacional
Una reunión en el Instituto Patria expuso las profundas divisiones dentro del peronismo bonaerense, donde la figura de Cristina Fernández de Kirchner sigue siendo central pero ya no indiscutida. Intendentes de distintas facciones se reunieron con la ex presidenta, revelando tensiones sobre el futuro liderazgo y la relación con el gobernador Axel Kicillof.
Según fuentes cercanas a los participantes, Cristina Kirchner manifestó no tener problemas con la candidatura de Kicillof, aunque admitió sentirse dolida por la falta de apoyo previo. Intendentes de ambos lados del espectro interno coincidieron en que la ex presidenta se mostró más "terrenal" que de costumbre.
La reunión también dejó al descubierto fuertes internas. Mayra Mendoza, intendenta de Quilmes, expresó su frustración por la falta de apoyo provincial y la injerencia de otros referentes en su distrito. Esta queja resonó entre algunos presentes que recordaron situaciones similares en el pasado.
Días después, algunos de los intendentes transmitieron a Kicillof los mensajes escuchados en el Instituto Patria. El gobernador se mostró interesado, aunque no desesperado, por cumplir con las expectativas de la ex presidenta. La unidad del espacio, según un ministro, "pende de un hilo".
La crisis económica agudiza las tensiones. La caída en la recaudación provincial y municipal genera un tironeo por fondos y condonación de deuda, temas que se debatirán en la legislatura, actualmente bloqueada.
Kicillof buscaría incluir en el debate sobre la reelección indefinida de legisladores y concejales un artículo que permita la misma posibilidad para los intendentes, evitando así quedar rehén de negociaciones con Cristina Kirchner y Sergio Massa.
La supervivencia de Unión por la Patria se sustenta en el miedo a la derrota. Sin embargo, la fragilidad de la unidad es evidente, con pronósticos que anticipan una posible ruptura incluso antes de fin de año. La estrategia de Kicillof, según allegados, se basa en mantener una postura firme sin extralimitarse.
Se trata de un documento elaborado por la Procelac, que resulta fundamental para que el juez tome la decisión de procesar o no al expresidente.