Luego de que una persona contrae varicela, el virus de esta enfermedad entra en un período de inactividad y se localiza en las raíces nerviosas. Si se reactiva, la persona puede desarrollar el padecimiento conocido como Herpes Zóster.

Se estima que aproximadamente 1 de cada 3 personas mayores de 50 años puede desarrollar esta enfermedad a lo largo de su vida. Asimismo, el riesgo de contraerla aumenta con el envejecimiento. Esto sucede dado que a mayor edad hay un debilitamiento del sistema inmune, conocido como inmunosenescencia que genera mayor susceptibilidad y riesgo de padecer enfermedades infecciosas.

Este padecimiento generalmente empieza con picazón, dolor, hormigueo, sensación molesta o sensibilidad al tacto en el tórax, el abdomen o el rostro. Tras los primeros días aparece la erupción cutánea, con ampollas en las zonas afectadas, acompañadas de un dolor agudo. Al cabo de unos 10 días, las vesículas se convierten en costras que, normalmente, duran entre 2 y 4 semanas.

Los factores que aumentan el riesgo de contraer Herpes Zoster son: el estrés; la edad, ya que con los años el sistema inmune se debilita; las enfermedades autoinmunes, tratamientos inmunosupresores como la quimioterapia o el uso de corticoides, porque pueden alterar la respuesta del sistema inmune.