El caso de Silvina Scheffler, más conocida como “la Profe de Gran Hermano”, fue el más mediático. Esta modelo y profesora de educación física, que se hizo famosa en la edición 2007 del reality show, ingresó como empleada transitoria en el Senado a partir de su relación de pareja con Eugenio “Nito” Artaza, con el que participó en “Bailando por un sueño”. El humorista ocupó una banca por Corrientes en la Cámara alta entre 2009 y 2015. A partir de ese vínculo, con 33 años, ingresó como empleada en el Senado en 2013.

La salida de Scheffler fue la más publicitada entre los 2.035 despidos dispuestos por Gabriela Michetti, cuando desembarcó en el Senado, en diciembre de 2015, tras más de una década de kirchnerismo. La entonces vicepresidenta había tildado de “ñoquis” a muchos de esos empleados. Pero como Scheffler, más de 1.300 se vieron favorecidos poco tiempo después por negociaciones políticas dentro de la Cámara alta.

La Unidad de Datos detectó que el 64% de esos empleados continúa hoy como planta del Senado. Son 1.303 los despedidos que fueron reincorporados ante el reclamo de distintos sectores políticos y los gremios legislativos. En el medio hubo un pedido del entonces presidente Mauricio Macri para desactivar otro frente de conflicto en el Congreso, cuando no contaba con mayoría propia en ninguna de las dos cámaras.

El mayor porcentaje de esos reincorporados (219 personas) fueron asignadas a distintos despachos de senadores y 137, a bloques partidarios, según pudo reconstruir este medio a partir de decretos, planillas y otros documentos oficiales. El resto, a otras dependencias dentro del Senado como las comisiones, la oficina de Seguridad y Control y el área de Servicio Generales.

“Si de la auditoría surge que hay 2.000 ñoquis, se van a tener que ir”, había advertido Michetti a fines de 2015. La medida fue justificada apenas arrancaba enero de 2016 como un ahorro de cerca de $1.000 millones en sueldos. Fue parte del anuncio de terminar con el “desmadre administrativo del Senado”. Así, a poco de tomar el mando de la Cámara Alta, la compañera de fórmula de Macri despidió a fines de 2015 a un total 2.035 contratados. Habían sido designado en el último año de la gestión de Amado Boudou. Eran “designaciones políticas” que representaban un “aumento en la plantilla del Senado del 146%”, justificó en ese momento.

Scheffler, que se define como asesora de imagen, modelo, actriz y personal trainer en su perfil de Instagram, fue una de las afectadas. Había sido nombrada en 2013 en la Comisión de Derechos y Garantías del Senado con una categoría A-8, un sueldo intermedio en la escala salarial, y luego fue reubicada “en comisión” en el gremio de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), uno de los tres que existen en el Senado. Durante 2015, el último año de su ex pareja Nito Artaza, la modelo fue pasada a planta permanente, un puesto casi vitalicio ansiado por cualquier empleado legislativo. En octubre de ese año, y antes de que se oficializara la ruptura entre ambos, logró un aumento salarial al acceder a una categoría A-5.

Pero su suerte cambió con la llegada de Michetti: perdió su empleo a fines del 2015 como parte de los despidos masivos que afectaron a más de 2.000 personas de la Camara alta. Sin embargo, fue reincorporada en marzo de 2016 aunque con su categoría salarial anterior. Sigue “en comisión” en la oficina gremial de UPCN con un sueldo mensual de $72.600 bruto.

“Fui dada de baja en el 2015, pero la gestión de Michetti corroboró que yo cumplía con mis funciones laborales entonces fui reincorporada junto a otros compañeros que estaban en mi misma situación”, explicó Scheffler ante la consulta de Infobae. “Hoy en día sigo trabajando de forma presencial, de lunes a viernes de 8:00 a 15:00 en la oficina gremial de UPCN haciendo tareas administrativas”, aseguró.

Cuando este medio le preguntó si ese trabajo era en paralelo al que mostraba en sus redes como modelo y personal trainer, respondió: “Mi actividad principal es el Senado y cumplo funciones de manera presencial de 8:00 a 15:00 hs. Después de ese horario realizo las demás actividades que no son incompatibles”.

Las reincorporaciones

Cuando llegó al Senado, Michetti creó una comisión para revisar las designaciones. Después del recorte masivo de personal, las reincorporaciones se hicieron en varias tandas, en medio de negociaciones políticas que incluyeron a los distintos bloques y también al sindicato UPCN.

Pocos días después, un primer decreto volvió a darle empleo en la Cámara Alta a 434 personas. Esa medida incluyó a “personas con alguna discapacidad, personas recién trasplantados o en proceso de trasplante, o tratamiento oncológicos o prolongados, y embarazadas”, explicaron en el entorno de Michetti. Según corroboró Infobae, 377 de esos reincorporados por la Resolución 194/16 siguen siendo hoy parte de la planta.

Ante la consulta de este medio, cerca de Michetti aseguraron que Boudou había nombrado a más de 2.000 personas como empleados de planta permanente y había ejecutado más de 2.300 aumentos de categoría antes de dejar su cargo al frente del Senado. A pesar de las reincorporaciones, la gestión macrista asegura haber bajado el presupuesto total en un 25% en comparación con su predecesor, ya que a muchos de los reincorporados, le redujeron las categorías salariales.

“Fue un poco por pedido de senadores de la oposición y los gremios. Se fueron evaluando algunos casos. Algunos fueron dados de baja como planta permanente, retrocedieron a planta transitoria y se los puso en transitoria con tres categorías menos. Cerca de 600 empleados bajaron categorías y otros 400 casos había entre discapacitados, embarazadas y personas con discapacidades crónicas”, explicaron cerca de la ex vicepresidenta.

El Senado se había manejado hasta hace una década con una cifra cercana a los 3.500 empleados, entre planta permanente y transitoria. Pero ese número aumentó durante la gestión de Amado Boudou hasta superar los 6.000 empleados. De los 6.747 que llegó a haber en la gestión del ex vicepresidente, quedaron al final de la gestión de Michetti 4.785.

Qué pasó con la llegada de Cristina Kirchner

A su llegada al Senado, y pese al discurso oficial del kirchnerismo, Cristina Kirchner continuó con la reducción de personal. Desde diciembre de 2019 hasta ahora, la planta se redujo en 390 empleados, según información en poder de la Secretaría Administrativa. En la actualidad el Senado tiene 5.175 empleados, como publicó Infobae el domingo pasado.

En enero último se conoció el despido de más de 40 empleados de planta transitoria del bloque de la Unión Cívica Radical. Pero en realidad, las bajas dispuestas a principios de este año por la gestión de la actual vicepresidenta fueron 256, todos de planta temporaria, según reconstruyó Infobae del análisis de la Resolución del Senado 28/22. De esa cifra, ocho fueron recontratados en planta transitoria por otros senadores que llegaron en diciembre de 2021.

El corte de empleados al principal bloque opositor, fueron leído por la UCR como una “represalia política” de Cristina Kirchner por el cuestionamiento del radicalismo a la legalidad del quórum cuando se trató la modificaciones al impuesto de Bienes Personales en la última sesión de 2021. Sin embargo, en el oficialismo descartaron intencionalidad política. “Los que fueron dados de baja, no venían a trabajar”, aseguraron a Infobae. También señalaron que les habían advertido al principal bloque opositor que estaba “sobredimensionado”, y que “regularizaran” la situación, sin que hubiera habido ninguna respuesta concreta por parte de las autoridades de la UCR.

Desde la bancada opositora afirmaron que los empleados de planta permanente que trabajan en el bloque “vienen desde hace muchos años”. Y agregaron que “hacen el seguimiento y el relevamiento del trabajo en las comisiones para todos los senadores del bloque, que funciona con una visión colectiva”.

Seis de los despedidos fueron a la Justicia Federal con el argumento que su baja había obedecido al hecho de pertenecer al bloque radical. Sin embargo la jueza Rita Ailán rechazó, hace 10 días, la medida cautelar solicitada por este grupo de empleados, que pedían ser reincorporados al plantel. La magistrada entendió que no se podía hacer lugar al pedido sin definir la cuestión de fondo.

En su rechazo al planteo de los cesanteados, el Senado subrayó “la inexistencia del deber jurídico de mantener en servicio a un grupo de agentes de planta transitoria que ingresaron por expreso pedido de un legislador, cuya continuidad ya no se corresponde con necesidades actuales, debido a que el legislador finalizó su mandato”. También subrayó el carácter temporario de esos empleados y afirmó que los agentes podían ser “nuevamente contratados para el caso que algún Senador o Senadora, Bloque o Comisión, decidan su incorporación dentro de los módulos disponibles”.rechazó “la mera declamación de que hay una cuestión alimentaria en juego y se encuentran en tela de juicio una o más garantías constitucional”.

Fuente: Infobae