El Gobierno ya solicitó formalmente un nuevo acuerdo con el FMI para refinanciar la deuda con el organismo. En paralelo, ofrece tasas elevadas en pesos.
El Gobierno enfrentará un escenario complejo en el primer trimestre de 2025 debido al peso significativo de los vencimientos de deuda. Según datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), entre enero y marzo se concentrará el 41% de las obligaciones en dólares de todo el año, junto con un cuarto del pasivo en pesos.
En concreto, los vencimientos en moneda local ascienden a $29,7 billones, representando el 25% de la deuda total proyectada para 2025. Esto obligará al Ministerio de Economía a diseñar estrategias atractivas en las próximas licitaciones para garantizar la refinanciación de estos compromisos.
"Las renovaciones están funcionando bien porque las tasas ofrecidas son competitivas frente a las expectativas de inflación", señaló Amílcar Collante, economista de Profit Consultores, en diálogo con Ámbito. No obstante, subrayó que los inversores también evalúan las tasas en dólares, destacando los beneficios recientes del "carry trade" impulsados por una apreciación cambiaria y tasas altas en moneda dura.
El analista agregó que los exportadores e importadores tienen incentivos para colocarse en instrumentos que rinden por encima del ritmo de devaluación mensual, actualmente en torno al 2%, con perspectivas de una disminución hacia el 1%. Este diferencial favorece a los exportadores que adelantan liquidaciones y a los importadores que postergan pagos.
A pesar de este panorama, en la última licitación de diciembre el Tesoro logró renovar solo el 87% de los vencimientos, colocando $5,4 billones frente a un compromiso de $6,2 billones. Además, un reciente canje para aliviar los vencimientos de enero permitió "rollear" apenas $660.000 millones. Las tasas aceptadas en estas operaciones fueron elevadas, alcanzando un rendimiento del 2,93% para la Lecap más corta, superior tanto a la inflación de noviembre informada por el INDEC como a las tasas del mercado secundario, que promedian 2,5%.
Desde el Ministerio de Economía atribuyen esta dinámica a un ajuste fiscal y monetario que estaría generando una devolución de recursos al sector privado, promoviendo mayor crédito a empresas y familias, conocido como punto "Anker".
En paralelo, los compromisos en dólares durante el primer trimestre ascienden a unos u$s6.500 millones, equivalentes al 41% de la deuda total en moneda extranjera prevista para el año. Este monto incluye pagos al Fondo Monetario Internacional (FMI), otros organismos internacionales y bonistas privados.
En octubre de 2024, el Tesoro adquirió u$s2.701 millones al Banco Central para cubrir pagos de capital en dólares y euros correspondientes a bonos con vencimiento en enero de 2025, mientras que los pagos de renta de esos mismos bonos ya habían sido asegurados previamente.
Sin embargo, este esfuerzo ocurre en un contexto de reservas netas negativas, estimadas en u$s4.773 millones. En este marco, el Gobierno solicitó formalmente un nuevo acuerdo con el FMI y no descarta negociar un crédito repo con bancos internacionales para reforzar su posición.