Argentina Intento frustrado

Julio Argentino Roca: El prócer que el kirchnerismo quiso borrar de la historia

Con Javier Milei al frente de la nación, los argentinos pueden conocer y honrar a quienes construyeron la patria.


Sabado, 19 de Octubre de 2024

Durante más de dos décadas, la figura de Julio Argentino Roca ha sido objeto de las acusaciones más infames y los ataques más injustos.

Su rol en la construcción de nuestra amada nación fue distorsionado por quienes intentaron mancillar su legado.

Pero hoy, 19 de octubre, en el contexto de un nuevo gobierno encabezado por Javier Milei, un liberal que ha prometido barrer con el pasado kirchnerista, es el momento justo para rendir un homenaje a este estadista y expresidente de la República Argentina.

El kirchnerismo, con su mirada anacrónica y revanchista, buscó durante años deformar la imagen de Roca, cargándolo con la culpa de los males de un país que, en realidad, fue forjado por hombres como él, quienes pusieron los cimientos de la Argentina moderna.


Hoy, con Milei en el poder, la libertad, el progreso y la verdad se alzan nuevamente. Es tiempo de restituir la memoria de Roca, quien fue denigrado por quienes no comprendieron la magnitud de sus logros.


Su legado está más vivo que nunca, y el intento de borrar su figura no es más que un eco lejano de una política que ya quedó atrás.

Julio Argentino Roca no fue solo un militar exitoso que lideró la famosa Conquista del Desierto, asegurando la soberanía argentina sobre vastos territorios, sino también un estadista que modernizó al país.

Bajo su liderazgo, la Ley 1420 de educación pública, gratuita y laica, transformó el sistema educativo argentino, brindando oportunidades a generaciones enteras.
Su impulso a la inmigración europea sentó las bases para una economía próspera, convirtiendo a la Argentina en el "granero del mundo". ¡Pero todo esto fue ignorado por quienes se empeñaron en denigrarlo!


Con Javier Milei al frente de la nación, la era del revisionismo kirchnerista está enterrada. Ahora, podemos mirar a figuras como Roca con los ojos de la verdad y el contexto que merecen.

Félix Luna, uno de los grandes historiadores argentinos, lo expresó de manera contundente: "No hay que caer en la trampa de juzgar a los próceres de nuestra historia sin entender el momento histórico que vivieron. Roca fue un constructor, un estadista que entendió que el país debía expandirse y fortalecerse". ¡Y vaya si lo hizo!

Roca entendió como pocos la necesidad de un Estado fuerte y de un país unido. Su legado no solo incluye la expansión territorial, sino también la creación del Registro Civil y la Ley de Matrimonio Civil, pilares de un Estado moderno.

Durante su presidencia, la red de ferrocarriles creció, conectando las provincias y facilitando el crecimiento económico. Fue un verdadero arquitecto de la Argentina moderna, y aquellos que intentaron manchar su memoria no lograron más que desacreditarse a sí mismos.



Hoy, bajo la bandera de la libertad que enarbola Javier Milei, podemos rendirle a Roca el homenaje que siempre mereció. Su figura, distorsionada por años de revisionismo ideológico, renace con fuerza.


Su legado no será borrado. Hoy, más que nunca, es tiempo de recordarlo con justicia y agradecimiento. ¡Roca vive en el corazón de la patria, y su legado perdurará por generaciones!


Javier Milei, con su enfoque en la libertad y el progreso, no hace más que traer de nuevo a la palestra a uno de los grandes constructores de nuestra nación.

Luis Alberto Romero, otro de los grandes historiadores del país, subrayó: "Roca fue un hombre de su tiempo, que actuó en un momento de decisiones difíciles. Sus logros y sus sombras deben ser leídos desde la perspectiva de la historia y no desde la mirada corta del presente".

 Es hora de reconocer la verdad de estos hechos.

El kirchnerismo intentó, sin éxito, borrar la grandeza de este prócer de nuestra historia. Pero la verdad siempre prevalece, y bajo el nuevo paradigma liberal, los argentinos pueden conocer y honrar a quienes construyeron la patria.

Julio Argentino Roca, lejos de ser una figura del pasado oscuro, es el símbolo de la Argentina que se levantó sobre la base del esfuerzo, la visión y la determinación.